Esta mañana, minutos antes de que comenzara el programa de Venga la Alegría, de Azteca, se reportó que su conductor Ricardo Casares había sufrido un posible infarto.
En un comunicado hecho por sus compañeros al aire se confirmó que Casares había tenido complicaciones de salud vinculadas a un infarto, con un “intenso” dolor en el pecho cuando llegó al canal, alrededor de las 8 am.
Tanto Ricardo como sus compañeros pensaron que se trataba de un malestar estomacal o reflujo, pero comenzó a empeorar el dolor en cuestión de minutos, por lo que fue llevado al hospital más cercano.
Sergio Sepúlveda informó que fue intervenido para colocarle un catéter porque tenía una arteria tapada que le estaba provocando un infarto. Para el momento del comunicado, el conductor había salido de cirugía y se encontraba en recuperación.
“Estuvimos muy a tiempo de trasladarlo al hospital más cercano, Ricki está fuera de peligro, es lo que nos acaban de decir hasta hace un momento, sí tuvo que ser intervenido, le hicieron un cateterismo, porque todo indicaba que tenía una arteria tapada y esto indicaba un infarto”, reveló Sergio.
“Ricardo Casares está bien”, adelantó Sepúlveda. Agregó que su familia se encontraba en el hospital con él así como algunos elementos de la producción del programa “Estamos en posibilidades de decirles que salió de cirugía hace unos minutos y nos reportan que está estable, en observación”.
Por su parte, Patricio Borguetti lamentó lo sucedido y dijo que la mañana “ha sido muy difícil” por el incidente de Ricardo, pero ha estado al pendiente de las actualizaciones que les han dado.
“Es muy difícil para nosotros ponernos a jugar cuando sabemos que nuestro querido, nuestro hermano Ricky está así, pero se lo debemos a ustedes el público”.
Ricardo Casares acababa de regresar al programa después de dos semanas de ausencia por covid-19.
En un video compartido en redes sociales, Borguetti contó la forma en que el equipo de Venga la Alegría reaccionó al dolor de Ricardo y pidió una ambulancia, ya que el malestar en el pecho se trataba de “un dolor distinto” al reflujo.
Los conductores y miembros de la producción aceleraron la atención médica de Ricardo, llevándoselo en el auto de la productora inmediatamente.