El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, tiene encanto. Donde sea que se presente, causa admiración por su sencillez, carisma y aspecto físico. Incluso, a la reacción que provoca se le ha denominado ‘Efecto Trudeau’.
Pero sólo una mujer es dueña de su corazón: Sophie Grégoire. Su historia de amor ha fascinado al mundo entero porque se conocieron cuando apenas eran unos niños.
De acuerdo con medios canadienses, Sophie era compañera y amiga de Michel, hermano de Trudeau quien falleció en 1998. Solía ir a su casa a jugar y siempre mantuvo buenos recuerdos de esos años en Montreal. Después, tuvo que mudarse.
Sus caminos se separaron, pero Sophie mantuvo la esperanza de volverlo a ver. Estudió Comunicación y sus primeros trabajos fueron como recepcionista, agente de cuentas y publicista. Más tarde, se desarrolló como presentadora de espectáculos en Québec. Luego, como locutora.
La primera dama de Canadá confiesa, en un blog, que al mirarlo en revistas y TV sentía una conexión. La pareja se reencontró en 2003, durante una gala benéfica y el clic fue instantáneo.
Sophie decidió mandarle un correo al soltero más codiciado de Canadá, por éste la ignoró. Cuando se encontraron en la calle, Justin la invitó a cenar. “Si hubieras guardado mi correo electrónico podrías contactarte conmigo”, respondió. Al poco tiempo, ya tenía un mensaje en su bandeja de entrada.
En la autobiografía “Common Ground”, Trudeau admite que le declaró su amor en la primera cita. “Han pasado 32 años y pensé que nunca llegarías. Te he esperado toda mi vida. Eres tú”, fueron sus palabras.
Se casaron en 2005 y ahora tienen tres hijos. Su relación va viento en popa y aprovechan cualquier momento para demostrarlo. Durante la campaña electoral, en 2015, tuiteó: “Gracias, #MyLove (¡y debería decir, Sophie!) por todas las puertas que me abriste y el trabajo realizado en la campaña".
En nuestra galería sus mejores fotos. También ahí, conoce datos biográficos de Sophie Trudeau.