En bikini, la cantante <span ><strong>Selena Gomez </strong></span>presumió un cambio en su cuerpo a más de seis meses de someterse a un trasplante de riñón derivado de la enfermedad de lupus que padece.
La también actriz paseó por el mar de Sidney, en Australia, a bordo de un yate de lujo con un grupo de amigos y una enorme sonrisa. Con un bikini naranja con negro, dejó ver la cicatriz de la operación que le fue practicada de urgencia tras complicaciones en el trasplante.
En otras ocasiones, la ex protagonista de Los Hechiceros de Waverly Place lució una diminuta cintura con atuendos similares y al notar un ligero aumento de peso, algunos usuarios de redes sociales la criticaron.
La cantante respondió a los haters a través de su cuenta de Instagram para reiterar que ella está enfocada en su recuperación y no en acatar los estereotipos de belleza.
“El mito de la belleza, una obsesión con la perfección física que atrapa a la mujer moderna en un ciclo sin fin de desesperanza, inseguridad y auto odio cuando intenta satisfacer la definición imposible de la sociedad de la belleza sin defectos. Yo elegí cuidarme porque quiero, no para probar algo a alguien”, redactó Gomez en Instagram.
El mensaje estuvo acompañado de un video donde se le ve disfrutando del paseo en el yate con sus amigos.
La intérprete de Bad Liar y Love You Like a Love Song padece lupus, una enfermedad autoinmune que ha provocado ataques, depresión y ataques de pánico a la cantante. Este también padecimiento provoca erupciones enrojecidas en la piel de las personas.
Tras ser diagnosticada con lupus en 2016, Gómez se retiró temporalmente de los escenarios para dedicarse completamente a su tratamiento.
En días recientes, circularon versiones que apuntaban a que Selena y el canadiense Justin Bieber se tomaron una pausa en la relación sentimental, con vaivenes, que mantienen desde hace años.