La película Matilda dejó muchas escenas icónicas, frases memorables y personajes que se volvieron leyendas todavía recordadas y queridas por los fanáticos casi 30 años después de su estreno.
Si bien los personajes principales se quedaron para la memoria colectiva como la misma Matilda, la maestra Miel o Tronchatoro, los personajes secundarios se volvieron una referencia en la cultura pop como Bruce Bolaños, el pequeño niño que es castigado por comer un pedazo de pastel de la directora.
“¡Bruce! ¡Bruce! ¡Bruce!” Es una de las líneas más memorables de la escena en la que Tronchatoro lo obliga a comer un enorme pastel de 40 kilos frente a sus compañeros y Matilda inicia a motivarlo desde su lugar. ¿Recuerdas?
Bruce Bolaños fue interpretado por Jimmy Karz, que en 1996 tenía 12 años.
Después de comer pastel de chocolate, Jimmy apareció en algunas producciones con papeles menores antes de retirarse definitivamente de la actuación, pero no del mundo del entretenimiento.
Actuó en The Wedding Singer junto a Adam Sandler y Drew Barrymore, después interpretó a un paciente de la serie médica ER.
Posteriormente estudió comunicación en la universidad y se unió al equipo de producción de MTV News.
Pero su preparación escolar escaló aún más al renunciar a la televisión y estudiar bioquímica y medicina.
Según una entrevista que dio a la revista médica The Do, Karz encontró su verdadera pasión cuando era jardinero voluntario especializado en cultivos para comunidades desfavorecidas.
“A través de la jardinería, aprendí un poco sobre biología y química, lo suficiente como para darme cuenta de que quería profundizar más en la ciencia” dijo Jimmy.
“Regresé a la escuela para estudiar bioquímica, lo que me llevó a la medicina. Me gustaba el enfoque de la medicina osteopática en ayudar al paciente en su totalidad, y me interesaba aprender técnicas manuales para ayudar a los pacientes”.
Durante la misma charla dijo que se cuestionó sus posibilidades en la actuación desde Matilda, cuando se le complicó grabar su icónica escena, misma que tardó tres semanas en terminarse de rodar.
Agregó que tenía que estar todo el día en el set, usar siempre la misma ropa y comer mucho chocolate.
“En aras de la continuidad, todos los días tenía que pintarme la cara con chocolate de la misma manera que me lo pintaron el día anterior. Desprecié el olor a chocolate durante algunas semanas después de eso. Entonces me di cuenta de que actuar no es fácil. Hay mucha habilidad y profesionalismo involucrados”.