buscó la redención de los abusos y traumas que le ocasionó su madre cuando era menor de edad y los comportamientos inapropiados en su trabajo en Nickelodeon a través de su reciente libro I’m Glad My Mom Died. 

Si bien parece ser un título agresivo, Jennette sólo eligió el título como una antesala de las atrocidades que vivió en su adolescencia y que narró a través de sus palabras.

Su madre, autora de sus abusos, fue la inspiración para escribir sus memorias. Entre las nuevas revelaciones, la actriz dijo que era revisada íntimamente por su madre casi todos los días, con el pretexto de “encontrar cáncer” en alguna parte.

Debra McCurdy, también manager de Jennette desde que era una niña, estaba obsesionada con la apariencia de su hija, hasta el punto de obsesionarse porque tuviera un cuerpo perfecto y extremadamente delgado.

Después del trabajo, la señora desnudaba a la actriz y le inspeccionaba los senos y le hacía exámenes vaginales con frecuencia desde que tenía seis años hasta que cumplió los 16. Asimismo, controlaba lo que comía y nunca la dejaba bañar sola. 

Cuando su éxito era evidente con sus trabajos en Nickelodeon, Debra comenzó a decolorarle el cabello a los 11 años y a blanquearle los dientes con químicos dañinos a los 10.

Por si fuera poco, la actriz narra en el libro que fue su madre quien le enseñó a restringir el consumo de calorías, cuando estaba en ya estaba en medio de una lucha contra la anorexia.

Cuando cumplió 11 años aprendió a contar las calorías de todas sus comidas hasta el punto de desarrollar anorexia que años después se convirtió en bulimia, además de un trastorno obsesivo compulsivo (TOC).

La restricción de calorías a la que fue sometida hizo que su cuerpo no se desarrollara correctamente, de allí su baja estatura y extrema delgadez. “Estaba tan reprimida y retrasada en mi desarrollo”, destacó la actriz.

Su recuperación de los trastornos alimenticios y de otros traumas llegó en 2018, con el apoyo de su hermano y de amistades como Miranda Cosgrove, en el libro dijo que dicha recuperación nunca hubiera llegado si su madre estuviera viva todavía.

“Fue solo la distancia de ella lo que me permitió estar saludable. No sabía cómo encontrar mi identidad sin mi mamá. Y no voy a mentir. Fue muy difícil llegar aquí. Pero ahora, estoy en un lugar de mi vida que nunca hubiera pensado que era posible. Y finalmente me siento libre", agregó.

Debra murió de cáncer en 2013, cuando Jennette tenía 21 años. En el libro recordó haberse sentido eufórica por el fallecimiento de la persona que la controlaba, pero también dijo sentirse perdida.

Comenzó a tener relaciones sexuales, a experimentar con el alcohol sin medida y a comer hasta el vómito. 

Después de eso, luchó por años con la dependencia al alcohol y otras sustancias, además de la bulimia.

I’m Glad My Mom Died inició como un espectáculo, similar a un monólogo, protagonizado y producido por Jenn antes de que iniciara la pandemia.

En una entrevista con explicó que el monólogo le ayudó a comprender y sanar su odio por la actuación y que el libro le está ayudando a hacer las pases con su pasado.

“Sentí que finalmente estaba diciendo mis palabras y diciendo las cosas que quería decir. Soy yo misma”, explicó.

“Ahora tengo gente a mi alrededor que me apoya mucho y me quiere mucho. Me hace llorar de alegría. Me siento tan segura. Siento tanta confianza y tanta apertura”.

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