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Un 18 de junio, pero de 1942, en Liverpool nació Paul McCartney, uno de los aclamados miembros de los Beatles. Aunque creció rodeado de instrumentos musicales, entre ellos el piano y la guitarra eléctrica, el músico no considera que el rock and roll fuera una profesión.
Sin embargo, cuando era un joven que viajaba en el transporte escolar, conoció a George Harrison, quien le dijo que John Lennon estaba formando una banda llamada The Quarrymen, en ese entonces integrada por Pete Best. McCartney se unió y posteriormente Ringo Starr sustituyó a Pete.
El cuarteto comenzó a componer. A partir de su debut con “Lost my Little girl”, McCartney no se ha detenido.
Durante la década de los 60, sus letras definían la sensibilidad de toda una generación libre, pacifista y revolucionaria que hizo historia. McCartney comenzó bajo la sombra de Lennon, pero poco a poco su aporte fue una parte fundamental en el rostro de The Beatles. Cuando llegaron a la fama, su actuación fue determinante para que el grupo sobreviviera.
Una vez que la agrupación quedó atrás, McCartney decidió empezar su carrera como solista. Confió en su propio talento y al lado de su esposa, Linda Eastman, formó la banda Wings. No tuvo un gran éxito como con el cuarteto, pero dejó en claro su disciplina e hizo rentables sus producciones. La presencia de McCartney sobre un escenario simplemente es mágica, emociona a todos quienes lo ven y su voz actualiza el recuerdo de una de las bandas más emblemáticas del rock.
Como uno de los sobrevivientes del cuarteto de Liverpool y prácticamente vende nostalgia. Aún así, el músico no deja de buscar la forma de mantenerse actualizado y actual ante sus seguidores. Un ejemplo de ello es su incursión en el terreno de la actuación, con su participación en la película Piratas del Caribe: la caída de Salazar.
En nuestra galería te decimos las razones por las cuales la música de este ex Beatle sigue vigente y viva hasta nuestros días.
