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Hoy, 1 de junio, sería cumpleaños de Marilyn Monroe, quien fue considerada una de las mayores sex symbol de todos los tiempos. Sin embargo, si nos detenemos a mirar a las “bellezas” actuales, nos daremos cuenta de cuánto se han modificando los estándares.
Las más guapas de hoy son chicas híper delgadas, altas y torneadas, a veces al extremo. Bajo este sinónimo de belleza que nos brindan las agencias de modelos y la publicidad, Marilyn Monroe sería considera gorda y poco atractiva. Sin embargo, recordemos que esas curvas eran sugerentes y ese cuerpo era en favor de la naturalidad.
“El mito de que Marilyn se consideraría talla grande hoy se ha convertido en un grito de guerra en la batalla de la imagen corporal femenina”, indicó la investigadora de la moda, Jessica Seigel, en National Public Radio. Agregó: “La mujer más sexy del mundo sería ‘gorda’ para los estándares de hoy en día”.
Según los registros que se tienen, la actriz era talla 38 o 36, lo que la dejaría lejos de los ideales de belleza actuales, donde la talla cero es el requisito.
Además su hermoso cabello rubio, sus caderas prominentes y su baja estatura no van de acuerdo con los cánones que parecen haberse establecido con mujeres como las hermanas Hadid.
Lo cierto es que por los años en que vivió Monroe, post Segunda Guerra Mundial, las tallas de la ropa seguían los mismos parámetros con los que se medían las prendas masculinas. No se tomaban en cuenta las medidas de la cintura ni caderas.
Según el artículo publicado por Mentalfloss.com, en 1945 se registró en la agencia de modelos Blue Book a Monroe con las medidas 91-60-86, 1.67 metros y un peso de 53 kilos. Aunque su modista insistía en que las medidas correctas eran 88-55-88. Si hacemos una comparación de estas tallas con las de, digamos, Bella Hadid: 34-24-34 y 1.75 metros de altura y 55 kilos, notaremos una clara diferencia.
Incluso en La biografía de Marilyn Monroe, escrita por Donald Spoto, el autor la describe como “demasiado gorda, pero de una manera hermosa”.
Aunque no se discutió sobre sus curvas en su época, sin duda Monroe enfrentó los demonios del mundo del espectáculo. Entre sus citas más célebres se encuentra esta frase: “En Hollywood te pueden pagar 1.000 dólares por un beso, pero sólo 50 centavos por tu alma”.
Aún así, al día de hoy nadie ha logrado destronar a Monroe de su puesto de belleza histórica y diva del cine. Aún así resulta impactante que ni el caso de la rubia favorita de Hollywood ha logrado modificar los extremos en los estándares de belleza actuales.