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El personaje de Tyron Lannister, en Game of Thrones ha establecido una nueva marca difícil de superar en el trabajo de los actores de televisión y todo se debe al trabajo de un hombre de estatura pequeña pero dispuesto a dejar una gran huella, Peter Dinklage.

Como una frase dicha por su personaje en Game of Thrones, Peter Dinklage prueba que “Un hombre pequeño puede proyectar una sombra masiva”.

Dinklage nació en Morristown New Jersey el 11 de junio de 1969, y aunque sus padres son de estura normal, el sufre de una condición genética como acondroplasia, causa común de enanismo, que afecta el crecimiento de los huesos provocando que la cabeza sea de tamaño normal, pero el resto del cuerpo corto.

Como niño y adolescente, el actor acepta que vivía enojado y amargado por su condición lo que le provocaba actos de rebeldía y furia.

Luego de graduarse de preparatoria, en 1991 se mudó a Nueva York en donde perseguiría a pesar de su condición física, una carrera como actor.

La vida en la Gran Manzana no fue fácil para el actor, vivía en un departamento en Williamsburg Brooklyn que compartía con un amigo y que era famoso por estar infestado de ratas. Dinklage tuvo que hacerse de un gato para mantenerlas a raya, y ese gato se convirtió en su mascota por más de 10 años.

Pero al principio de su carrera como actor en Broadway nadie podía ver más que su condición física y le ofrecían papeles cliché en los que tendría que actuar como el bufón, “el chistoso enanito”, y los papeles que le interesaban realmente le eran negados una y otra vez.

Aunque era doloroso reconocer que la razón de que su carrera no despegara era su estatura, el actor no se dejó vencer, mantuvo la fe en si mismo.

Las cosas comenzaron a cambiar cuando en 1995 obtuvo un papel pequeño en la cinta independiente, Living in Oblivion, en donde realizó el personaje de un actor enano que saca su furia con el director de una película. Un rol muy adecuado a lo que vivía en la vida real, irónicamente, la crítica aclamó su participación y el mundo voltearía a verlo por vez primera como un actor de peso.

Pero, aun así, aunque sus papeles mejoraron, no alcanzó el éxito mundial ni el completo reconocimiento hasta el 2011, que se quedó con el rol de Tyron Lannister en Game of Thrones, el resto es historia.

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