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Un juez del Tribunal Supremo del estado de Nueva York tuvo la nada fácil tarea de mediar en una disputa familiar y ordenar a un hombre de 30 años que se negaba a abandonar la casa de sus padres a mudarse, poniendo fin a meses de pedidos desatendidos por el "retoño".

El peculiar caso llegó este martes a la Corte Suprema estatal, donde el juez Donald Greenwood presidió una vista a la que acudieron el demandado, Michael Rotondo, y sus padres, Christina y Mark, con la intención de acabar con la disputa familiar.

Michael, vestido de traje oscuro y corbata y su larga cabellera suelta, actuó como su propio abogado e intercambió alegatos durante unos 30 minutos con Greenwood, quien finalmente se inclinó por darle la razón a los padres, aunque el afectado anunció a medios locales que evaluará sus opciones de apelar o frenar el desalojo.

La curiosa historia de Michael y sus padres (que no han respondido a las llamadas de reporteros) se ganó la atención de la prensa luego de conocerse que desde el pasado 2 febrero y después de ocho años viviendo en la casa familiar, sus padres le pidieron que desalojara su casa, según publicaron hoy medios locales.

Michael ha asegurado, de acuerdo con las versiones de los medios, que durante el tiempo que ha permanecido en la casa familiar no se esperaba que contribuyera con los gastos, su mantenimiento ni las tareas domésticas.

Mediante mensajes que se iniciaron el 2 de febrero y se prolongaron hasta el 30 de marzo, los desesperados padres, dueños de una vivienda en Camillus, un pueblo cercano a la ciudad de Syracuse, en el estado de Nueva York, lo instaron a conseguir un trabajo, le ofrecieron 1.100 dólares para encontrar un lugar e incluso propusieron reparar su vehículo.

Pero Michael, que dejó a los 20 años la casa familiar, a la que volvió tras quedar desempleado y luego de haber procreado un hijo cuya custodia perdió en septiembre pasado, se negaba a hacerlo, lo que obligó a su madre, Christina, a presentar una demanda en la Corte Suprema del condado de Onondaga.

El juez Greenwood escuchó el pedido de Michael -quien además mantiene desde en 2017 una demanda contra Best Buy por haberlo despedido dos años atrás- de que le concedieron seis meses más para abandonar la casa de sus padres.

Sin embargo, el juez decidió que el abogado de los padres, Anthony Adorante, redacte un documento que describa las condiciones del desalojo.

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