Melania Trump hizo su última aparición como primera dama de Estados Unidos momentos antes de dirigirse junto con su esposo, Donald Trump, a su casa de Mar-a-Lago en Florida.
A un par de horas de ceder su lugar a Jill Biden, Melania apareció frente a las cámaras con todo el glamour y elegancia que la caracteriza sobre los jardines de la Casa Blanca para despedirse.
Lució un elegante conjunto negro conformado por un vestido midi de lápiz de Dolce & Gabbana a juego con un blazer cruzado con botones dorados de tweed negro, firmado por Chanel.
Añadió un par de tacones Christian Louboutin negros con estampado de cocodrilo de $795 dólares ($15 mil MXN) y un bolso Hèrmes Birkin de $70 mil dólares ($1 millón 371 mil 500 MXN).
Agregó glamour con un par de guantes de ceda negros de $440 dólares ($8 mil 600 MXN) y gafas solares negras con detalles dorados que combinaron con sus broches y herraduras de su dramático look.
Melania hizo un guiño a una de las mujeres más famosas en el mundo del cine y la moda de la década de los 60, es decir, Audrey Hepburn, y es que lució peinada con un moño barrido con flequillo de cortina, similar a los que la actriz utilizaba.
Por su parte, mostró un rostro definido por maquillaje en tonalidades bronceadas, incluido labial nude y blush color canela.
Antes de partir, Melania subió a un podio ubicado en Joint Base Andrews para dirigir a sus simpatizantes un último discurso como primera dama.
“Ser su primera dama fue mi mayor honor. Gracias por su amor y apoyo. Estarán en mis pensamientos y oraciones. Dios bendiga a todos, Dios bendiga a sus familias y Dios bendiga a esta hermosa nación”, dijo.
Donald Trump elogió a su esposa diciendo “Nuestra primera dama ha sido una mujer de gran gracia y belleza, y tan popular entre la gente, tan popular”.
Luego de sus respectivos discursos y agradecimientos, la ahora expareja presidencial rindió un homenaje a las víctimas de la pandemia y saludó a sus simpatizantes y familiares.
Entre la multitud se encontraba Ivanka que, con lágrimas en sus ojos, ovacionó a su padre y a su madrastra.
Finalmente los Trump subieron las escalinatas del Air Force One seguidos por sus hijos.
No se sabe qué sigue para la familia después de la presidencia, por ahora residirán en su casa de Mar-a-Lago.
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