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La vida de Bastian y María Yotta no ha sido fácil, estar rodeados de cosas hermosas, lujosas, ser millonarios y extravagantes tiene su precio: los vecinos envidiosos. Siendo ricos, la pareja fue excluida y severamente criticada por sus compatriotas alemanes, quienes les escupían cuando salían a pasear en sus autos lujosos.
Huyendo de los malos tratos, los Yotta decidieron arribar al nuevo continente para hacerse reyes de Instagram, su ventana al mundo. Llegaron a Los Ángeles con ganas de reinventarse y se apoderaron de una de las mansiones más lujosas que pudieran existir.
La Mansión Yotta es tan lujosa, hermosa y grande, que sólo puede ser comparada con la que tiene el dueño de Playboy, Hugh Hefner. Tiene diez habitaciones, piscina, un león como mascota y tiene una capacidad para dar una fiesta para 350 invitados.
El sonido de la música y los gritos de diversión se escuchan por todos lados cada vez que la fiesta llama, y son tan frecuentes que los vecinos la llaman “la casa de las fiestas”, por los constantes reventones que la pareja alemana es capaz de llevar a cabo.
A las fiestas han asistido celebridades como Arnold Schwarzenegger, el gobernador de California y otros actores que han desfilado por una alfombra roja privada que “Mr. Yotta”, como se hace llamar en redes sociales, creó sólo para la ocasión.
Bastian es un emprendedor de hueso colorado cuyo principal objetivo es mostrarle a la gente cómo ser un ganador, pues tiene un gran lema que define su extravagante y despreocupado estilo de vida, “La vida es un picnic”, dijo.
Para Yotta, la vida personal y el trabajo no están peleados, su carácter relajado y su buena relación con su esposa —a quien califica como más sensual que la mismísima Pamela Anderson—, generan un gran equilibrio en su vida perfecta y sin altibajos.
Visita nuestra galería para ser testigo de las riquezas que María y Bastian tienen para dejarnos con la boca abierta.
