La octava y última temporada de Game of Thrones, una de las series más populares de este siglo y la más galardonada en la historia de los premios Emmy, con un total de 47 estatuillas en su haber, llega este domingo a HBO.
Estas son las 10 escenas más impactantes de la serie:
Tercera temporada, episodio 9. El momento del que todo el mundo hablaba al día siguiente en la oficina. El que llevó a muchos a reparar en la serie y prestarle atención. De un plumazo, los creadores de la serie acabaron con personajes tan relevantes como Robb Stark y Talisa Stark, la primera en morir, apuñalada varias veces en el vientre después de revelar que estaba embarazada.
Quinta temporada, episodio 10. El momento de mayor suspenso generado por la serie. Jon Snow, adorado por millones de fans, era salvajemente apuñalado por los que consideraba sus compañeros, quienes lo acusaban de traidor. Todos entonaron la misma frase antes de ajusticiarlo: "Por la guardia". El público tardó casi un año en descubrir que, gracias a la magia de Melisandre, Snow reviviría.
Cuarta temporada, episodio 8. Se había convertido en uno de los personajes favoritos del público, pero no pudo completar su misión al llegar a Desembarco del Rey: acabar con Gregor Clegane, alias "la Montaña", que violó y asesinó a su hermana. Estuvo cerca de abatir a su adversario, pero en un descuido, el gigante le estrujó los ojos y le reventó el cráneo. No apto para estómagos sensibles.
Primera temporada, episodio 9. La primera gran sorpresa llegó con la decapitación del noble Ned Stark (Sean Bean, experto en morir en la ficción) siguiendo órdenes del malvado rey Joffrey. Ned reclamaba que los hijos de Cersei eran ilegítimos y no podían aspirar al Trono de Hierro. La resolución fue toda una declaración de intenciones: ningún personaje, por querido que fuera, estaba a salvo.
Cuarta temporada, episodio 2. Si había una muerte deseada con ansia -sin contar la de Ramsay-, era la de Joffrey Baratheon. Y llegó en su propia boda con Margaery Tyrell. El joven brinda con vino, pero comienza a sangrar y vomitar mientras su madre lo ve agonizar. En su último suspiro, dirige su mirada llena de odio hacia Tyrion Lannister, que recoge la copa envenenada del suelo.
Tercera temporada, episodio 4. Daenerys sorprende con su perfecto valyrio y provoca el delirio con su célebre "¡Dracarys!", la palabra con la que ordena a su dragón que se rebele y queme vivo a un líder de Astapor para liberar a los esclavos y convencerlos de que se unan a su causa. Ese momento de reivindicación feminista convirtió a Emilia Clarke en todo un referente de la cultura popular.
Séptima temporada, episodio 7. La alianza entre Daenerys y Jon Snow se ha consumado y lideran a su ejército a hacer frente a los Lannister con ayuda de sus dragones, pero el Rey de la Noche, el villano supremo de la serie, logra abatir a uno de ellos, Viserion, y tras convertirlo en un caminante blanco, derriba el muro con fuego azul para adentrarse en Westeros por primera vez en siglos.
Sexta temporada, episodio 9. Considerado uno de los mejores capítulos de la serie, siempre será recordado por esa batalla épica que tardó casi un mes en ser rodada y que requirió la presencia de centenares de extras y decenas de caballos. HBO demostró que la serie no tenía nada que envidiar a superproducciones cinematográficas en cuanto a espectacularidad y épica.
Quinta temporada, episodio 10. El paseo de la vergüenza de Cersei no contó con el cuerpo desnudo de Lena Headey, que prefirió centrarse en las emociones que debía transmitir su rostro. Castigada por adulterio e incesto, recorre desnuda las calles de Desembarco del Rey ante los insultos y el maltrato del vulgo. Pero tendrá su venganza más adelante, con la destrucción del Septo de Baelor.