Melania Trump se está despidiendo de la Casa Blanca y de su cargo como Primera Dama, mismo que la llevó a estar bajo el escrutinio público.
Durante la administración de su esposo, Melania atrajo la atención decenas de veces, ya sea en apariciones oficiales o en eventos públicos, debido a su estilo elegante, gusto por la moda, por los mensajes que transmitían sus atuendos, pero principalmente por sus ostentosos looks.
Las especulaciones podrían asegurar que el lujoso guardarropa de la Primera Dama saliente es financiado por los estadounidenses que pagan sus impuestos y con ellos los sueldos de los grandes funcionarios políticos, pero en realidad no es así.
Stephanie Grisham, portavoz de Trump, le dijo en entrevista a Bustle, que la ropa de Melania no es a expensas de los contribuyentes ya que “Ella paga toda su ropa”, misma que conserva desde antes que su esposo llegara a la presidencia y otras prendas más que ha adquirido con la fortuna que comparte con Trump.
Según datos de The Hollywood Reporter, puede que Melania pague por sus outfits, pero su fama y poder hacen que no tenga que pagar el precio completo por cada artículo.
Por el hecho de haber sido Primera Dama y ser una de las mujeres más influyentes de Estados Unidos, a Trump, como a otras mujeres de la política, se le ofrece descuentos en toda la ropa que compran sin importar la marca o los diseñadores, ya que éstas se ven beneficiadas cuando sale en público luciendo sus prendas.
Melania Trump quedará en la historia de las First Ladies por su elegante estilo y pasión por la moda, misma que adoptó desde su época como top model y empresaria enfocada en los sectores de la moda y belleza.
Si bien Melania levantó polémica en estos últimos cuatro años por los elevados precios de su ropa, como el abrigo D&G que lució en la reunión de la cumbre G7 en Italia de 2017, el cual se ha catalogado como una de las prendas más caras que ha lucido en público, con un precio de $51 mil 500 dólares, también ha llamado la atención por preferir prendas y accesorios de bajo costo que utiliza sabiamente para añadir frescura y sencillez a su estilo de vez en cuando.
Aquí hay cinco veces que la eslovena optó por looks ‘baratos’.
En octubre de 2017, Melania y su esposo viajaron a Puerto Rico para visitar las zonas devastadas por el el huracán Harvey. A su llegada fue fotografiada luciendo un par de botas Timberland de $170 dólares combinada con pantalones y playera blanca.
Utilizó estas mismas botas cuando visitó una base aérea estadounidense en Afganistán.
En agosto de 2017, Melania bajó del Marine One después de un fin de semana en Camp David ataviada con una camisa rosa con cuadros blancos firmada por J. Crew, la cual tuvo un precio de $75 dólares.
Un año antes fue vista con la misma prenda combinada con una mascada Gucci durante la campaña presidencial de Donald Trump.
Varias veces Melania dejó los tacones Louboutin para aparecer frente a la prensa en Converse blancos o azules con un costo oscilante en los $50 y $65 dólares o en sneakers Adidas de $75. Claro, los zapatos asequibles combinados con otras estilosas prendas.
Entre las numerosas veces que la eslovena fue fotografiada bajando del Marine One en los jardines de la Casa Blanca, se encuentra una ocasión en la que lució un conjunto casual en verde y blanco conformado por una camisa de botones a juego con pantalones de J.Brand Jeans, con un costo aproximado de $188 dólares.
En 2018, durante su visita a un grupo de niños separados de sus padres en la frontera sur, la First Lady utilizó una chaqueta verde olivo de Zara, valorada en $39 dólares.
Atrajo la atención de la prensa mundial por el mensaje impreso que tenía en la espalda “Realmente no me importa. ¿Y a ti?”.
De acuerdo con Grishman, la prenda no tenía ningún mensaje oculto, pero fue criticada severamente por su ‘falta de sensibilidad’ ante la política de cero tolerancia a inmigrantes que impuso su marido.
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