Un 25 de junio de 2009 murió El Rey del Pop. Sin duda, el cantante dejó un legado de música y su talento será recordado en la eternidad. Más allá de su entrega al público y a sus fans en cualquier oportunidad que tenía de mostrar sus habilidades, Michael Jackson contaba con un talento dramático que contagiaba magia en cada actuación.
Después de cuatro años sin ofrecer conciertos, Michael Jackson planeaba regresar el 13 de julio de 2009 a los escenarios del mundo, comenzando por Londres. Sin embargo, su muerte impidió que el mundo lo volviera a ver en acción. Para la industria discográfica fue una gran pérdida, ya que dejó brillar aquella estrella que representaba millones de dólares en venta de discos.
Jackson es un parteaguas dentro de la música, ya que marca un antes y un después en la música popular. Sin él, es imposible comprender la historia del pop, los discos compactos, MTV en pleno auge o las primeras grabadoras de video a principios de la década de los 80.
A sus 10 años de edad, ya era un cantante profesional. Fue el vocalista de The Jackson 5, grupo del que formó parte junto con sus hermanos. A sus 15 años se lanzó como solista y tan solo cinco años después ganó su primer Grammy.
Con “Thriller” hizo historia dentro de la música, cine y televisión. Su vídeo, dirigido por John Landis, costó dos millones de dólares en aquel entonces y vendió más de 120 millones de copias.
Pero, así como era talentoso y famoso era excéntrico. Aún ahora se sigue hablando sobre sus cirugías y cómo es que realmente pasó de ser una persona de tez negra a una blanca. Sus gustos exóticos, como su propio parque de diversiones Wonderland, llevaron a este magnate de la música a la quiebra.
Incluso su muerte se mantiene como un suceso algo extraño y misterioso.
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