Ataviada en un vestido de corte sirena y pendientes de diamantes, Lady Gaga conquistó la 32º entrega del American Cinematheque Award en Los Ángeles.
La cantautora de 32 años asistió a la gala anual en Bervely Hills luciendo un vestido champaña con transparencias, firmado por Azzedine Alaïa.
El sencillo atuendo tejido consistió en un escote halter, el cual le jugó desfavorablemente debido a que a la silueta del pecho lucía apretada y diminuta.
Peinó su rubia cabellera en un moño alto, resaltó sus ojos con un delineado cat eye, sombras plateadas, blush canela y remató con labios rojos.
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Durante el evento y conmovida hasta las lágrimas, Gaga rindió homenaje a su coprotagonista y director de 'A Star is Born', Bradley Cooper de 43 años.
Gaga subió al escenario junto con su compañero Sam Elliot, donde habló de su trabajo y relación con Cooper, durante el discurso la cantante se puso algo emocional y derramó lágrimas.
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Mencionó que gracias a Bradley volvió a ser Stefani Germanotta y dejó a un lado a su alter ego’ Lady Gaga’.
“Me escapé de Stefani durante mucho tiempo. Me puse una capa de superhéroe y me llamé Lady Gaga. Me desafiaste a sumergirme profundamente en un lugar donde tenía que volver a verla, volvería a ser Stefani”.
La neoyorquina le dijo a Entertainment Tonight que Cooper y ella había entablado una amistad de por vida posterior al proyecto cinematográfico: “Eso es lo que realmente me ha salido de todo esto, la recompensa de una amistad de por vida con alguien que respeto profundamente”.
En tanto, Bradley Cooper lució elegante con un esmoquin azul marino con camisa blanca, corbata negra y mocasines de charol en su paso por la alfombra roja.
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Resaltó su atractivo con una sonrisa cuando subió al escenario para recibir el premio American Cinematheque Award, el cual celebra la labor y entrega de los artistas en el medio del entretenimiento.
El filme, dirigido por el actor de 43 años, cuenta el trágico romance entre el músico Jackson Maine (Cooper) y la promesa de la música Ally (Gaga).
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A medida que Ally crece como cantante, ella debe luchar contra las adicciones de Maine hasta que ambos encuentran la tragedia.
El éxito del remake de 1937 ha recaudado más de 350 millones de dólares sólo en Estados Unidos y es una de las favoritas para figurar en los Oscar de 2019 en conjunto con el soundtrack interpretado por Lady Gaga y Bradley Cooper.