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La modelo curvy Ashley Graham sabe que la regla número uno para lucir un traje de baño es la seguridad y esta semana conquistó Miami al usar un bikini negro.
La estrella de las pasarelas presumió su figura curvilínea, mientras tomaba el sol en un resort de Florida este domingo.
Graham, de 30 años, vistió un atuendo de su propia línea (Swimsuits For All) con tachuelas en la parte superior e inferior. El diseño incluía tirantes centrales en el busto. Complementó su look con arracadas doradas y lentes de sol.
La modelo de la agencia IMG aprovechó sus vacaciones para broncearse y tomar bebidas refrescantes. Cuando se dio cuenta de que era fotografiada, lanzó sonrisas a la cámara.
Ashley Graham es una de las modelos más influyentes del mundo y llegó para romper paradigmas de belleza. Pesa 86 kilos y mide 1.74 metros, pero sabe que sus medidas son su mejor arma para conquistar las pasarelas y empoderar a las mujeres.
“No tengo que compararme con las chicas delgadas que son vistas como ‘perfectas’. Todos los cuerpos son hermosos”, señala.
Ashley ama sus curvas y muestra con orgullo su celulitis. En diversas sesiones de fotos, pide a los editores que no retoquen sus estrías con Photoshop.
Durante la gala de los CFDA Fashion Awards demostró por qué es una de las modelos que marca pauta en la industria. Lució un increíble vestido largo con transparencias y tonos nude.
En 2017, entró a la lista Forbes de las top models mejor pagadas, con ganancias que superan los 5.5 millones de dólares.
Graham tiene una línea de lencería y bikinis, busca la aceptación de los cuerpos grandes en la industria. Sus 6.8 millones de seguidores en Instagram no paran de alabar sus diseños.