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Luis Suárez es uno de los futbolistas latinoamericanos más famosos y exitosos en Europa, con una carrera consolidada en equipos como el Ajax de Ámsterdam, el Liverpool FC, el Barcelona y el Atlético de Madrid, además de ser la estrella de su equipo nacional en Uruguay.
A los 35 años, el uruguayo es considerado por expertos como uno de los mejores jugadores de su generación y uno de los más grandes delanteros, sus múltiples premios y títulos en América y Europa lo certifican, así como sus distinciones individuales como máximo goleador, jugador del año, y más.
Si bien su talento lo ha llevado a tocar los cuernos de la luna desde su debut en 2005, el jugador le debe gran parte de su éxito a una persona especial que lo apoyó y lo influenció para esforzarse: su esposa Sofía Balbi.
Durante el mundial de Qatar, los futbolistas son las máximas estrellas en el campo, pero junto a ellos también brillan sus familiares, novias y esposas que los apoyan, como Balbi apoya a Luis Suárez.
¿Quién es Sofía Balbi?
Sofía Balbi es una emprendedora, influencer de redes sociales y socialité que está casada con Luis Suárez desde 2009.
Nació en Montevideo, Uruguay en una familia adinerada dedicada a los negocios navieros.
Al convertirse en una Wag, como se le conoce a las esposas y novias de los deportistas de élite, Balbi ganó popularidad y fue objetivo de la prensa en los primeros años de Luis en Europa.
La uruguaya aprovechó esa fama para crear su propio imperio y fortuna, fundando su marca de zapatos junto a su mejor amiga y socia Antonela Roccuzzo, esposa de Lionel Messi.
Asimismo, con el paso de los años se convirtió en imagen y embajadora de marcas de salud, belleza y moda de lujo, debutó como modelo y es una sensación en redes sociales con sus publicaciones de estilo de vida, viajes de lujo y crianza infantil. Tan sólo en Instagram suma más de 1.7 millones de seguidores.
Historia de amor, resiliencia y éxito entre Suárez y Balbi
La pareja se conoció en su adolescencia, cuando él tenía 16 años y ella 13. Según los informes, Sofía asistió a un partido de futbol del amigo de su hermana cuando vio por primera vez a Luis.
Ambos se conocieron un 4 de octubre, volvieron a verse el día 6 del mismo mes y dos días después él le pidió que fuera su novia, a lo que ella aceptó de inmediato porque fue flechada desde el primer minuto que lo vio.
Ella nació en medio de una familia adinerada y él vivía al día con el dinero justo, malas calificaciones en la escuela y un empleo de medio tiempo con su abuelo para cuidar carros.
Los escasos recursos con los que vivía Luis, el resto de sus seis hermanos y su madre no le impidieron soñar a lo grande, dentro del futbol y con un futuro exitoso acompañado de su amada, dentro de la familia funcional que nunca tuvo, según explicó en su documental Cruzando la línea.
Balbi vivía a 24 kilómetros de la casa de Luis, si bien la distancia los separaba por mucho, ambos se esforzaban para verse casi a diario y hacer funcionar su relación adolescente.
La frecuencia con la que se veían, el esfuerzo que ambos hacían para mantenerse juntos y el cariño que se tenían, ayudó al jugador a mejorar en la escuela y le dio motivos para salir adelante y pulir su talento como futbolista.
“En mi casa faltaba todo. Nunca me faltó un plato de comida, pero no me averguenzo de decir que con 11, 12 o 13 años me iba a cuidar autos con mi abuelo para llevar algo de dinero a mi casa. Sofía sabe lo que me ayudó y por el camino por el que me ha llevado. Me hizo ver que yo no era burro, sólo que no tenía ganas de hacer las cosas. Me animaba a hacer los deberes”, dijo en una entrevista Suárez.
Todo iba perfecto en su noviazgo adolescente, hasta que el negocio naviero del padre de Sofía cerró y la familia Balbi tuvo que buscar mejores oportunidades y fortuna en Barcelona.
Antes de que ella cruzara el océano en busca de su nueva vida, Luis le hizo la promesa de volverse a ver. Él le prometió que se convertiría en uno de los mejores futbolistas del país hasta el punto de ser fichado por algún equipo de Europa.
Una vez que estuviera allá como profesional, la buscaría y entonces continuarían con su amor.
Entre los esfuerzos de Luis por demostrar su talento con la pelota, el equipo Groningen holandés se interesó en él cuando tenía 19 años, en ese entonces el equipo de primera división de la ciudad de Groninga era desconocido y con una corta trayectoria en la industria.
Sin embargo, eso no le interesó. Groningen estaba en Europa, haciendo cuentas de dinero y midiendo la distancia, Suárez aceptó la oferta y lo primero que hizo al llegar fue buscar a Sofía, que en ese momento acababa de cumplir los 16.
Tras pasar tiempo juntos y retomar su relación, Luis debía regresar a cumplir su contrato con el equipo, mientras que Balbi debía seguir estudiando en Barcelona.
Un día ya estando en el aeropuerto, Luis le ofreció a Sofía ir con él a Holanda, sin dinero más que para el pasaje, sin equipaje y sin el permiso de sus padres.
Estando ambos en Europa era más sencillo verse y visitarse; tres años después de que él llegó a Holanda se casaron dos veces en 2009, la primera vez fue cuando él firmó con el Ajax y después en Montevideo.
El resto es historia, en 2010 recibieron a su primera hija Delfina, en 2013 le dieron la bienvenida a Benjamín, en 2018 nació su tercer bebé Lautaro.
Actualmente es una de las parejas más sólidas del deporte, así como una de las más exitosas en conjunto.