Las hermanas Kardashian pasaron el fin de semana celebrando el cumpleaños su amiga Larsa Pippen, en West Hollywood, California.
Kim Kardashian llegó al festejo en el restaurante Craig's, ataviada en un minivestido verde lima, con estampado de ondas amarillas al frente, manga larga y cuello alto. La prenda se ajustó perfectamente a su figura curvilínea y dejó claro que la socialité es la reina de la tendencia braless.
El vestido es una creación de Maisie Wilen, una diseñadora emanada de la incubadora de jóvenes creativos de YEEZY, la marca de Kanye West.
Foto: Grosby Group
La empresaria de 38 años de edad complementó el look con unos tacones del mismo tono de verde y un bolso canela.
Por su parte,<span > Kourtney Kardashian</span> eligió un arriesgado outfit para la cena, con un vestido lila, estilo lencería, de Versace. El encaje en los bordes y los tirantes delgados le dieron un toque de sensualidad a la socialité de 40 años y la tela de malla traslúcida dejó muy poco a la imaginación.
La mayor del clan combinó el atuendo con unas zapatillas negras y su cabello negro peinado de lado.
Khloé, la menor de las hermanas Kardashian, optó por un diminuto vestido de cuero, con tirantes finos para resaltar sus curvas de infarto. También llevó zapatos oscuros con tiras al frente y un bolso marrón.
A la celebración también acudieron las más pequeñas de la familia Kardashian-Jenner, Kendall y Kylie, aunque llegaron después de Kim, Kourtney y Khloé.
Este domingo se transmitió en Estados Unidos el final de la temporada 16 del reality Keeping Up with the Kardashians. En el episodio se reveló que Kim y Kylie tuvieron una discusión tras el escándalo de la infidelidad de Tristan Thompson a Khloé, pues Jenner pidió que dejaran de intimidar a su amiga Jordyn Woods.