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Kim Kardashian brilló en la alfombra de la Gala del MET 2018 con un espectacular vestido dorado firmado por Versace. Con su atuendo, se reivindicó como ícono de la moda.

La prenda estaba adornada con crucifijos para adaptarse la temática “Cuerpos celestiales: la moda y la imaginación católica”. Kim resaltó cada centímetro de su figura curvilínea e impactó con un escote profundo.

La líder del clan Kardashian-Jenner acentuó su mirada con delineador negro y optó por un labial nude para sus labios. No podía faltar su maquillaje contouring para afinar sus facciones. Peinó su cabello largo y lacio en media coleta.

Kim Kardashian asistió sin su esposo Kayne West, luego de que éste defendiera a Donald Trump a través de Twitter. No obstante, su madre, Kris Jenner, y sus hermanas Kylie y Kendall Jenner también asistieron al evento de Anna Wintour.

El maquillista Mario Dedivanovic dijo que la inspiración detrás de la apariencia de Kim eran las supermodelos de Versace de los años 90, así que quería darle “un ojo ahumado dramático".

“Empecé con la sombra albanesa de la paleta KKW x MARIO y mezclé en el pliegue. Para dar un liner ahumado intenso utilicé una brocha para difuminar. Para un mayor dramatismo, apliqué pestañas postizas", explicó.

Kim Kardashian entrenó durante semanas para estar en forma. No cabe duda que este año lució sus curvas más impactantes y opacó al resto de su familia.

“El MET Gala nunca decepciona. Me he estado preparando este año muy duro. ¡Estoy tan emocionada de ir”, escribió en redes sociales. Durante el ‘after party’ lució una minifalda negra y un top con cintas tipo bralette.

Mira las fotos en nuestra galería.

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