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La princesa de Gales, Kate Middleton, no tiene intenciones de perdonar al príncipe Harry y Meghan Markle después de su ruptura con la familia real y mudanza a Estados Unidos, además, por las múltiples polémicas que han ocasionado sus entrevistas y declaraciones en el libro Spare de su cuñado.
Según ha informado el experto real Duncan Larcombe, existe una grieta difícil de reparar en la relación de Kate y el heredero al trono, William, con el príncipe Harry y su esposa Meghan debido a los problemas personales que estallaron después de que estos últimos dejaran la familia real.
“Algunas de las cosas que Harry y Meghan han dicho, particularmente sobre Kate, fueron muy personales, y tomará años sanar el dolor debido al daño que se ha hecho”, dijo el experto, según The Royal Observer.
El experto añade que la princesa de Gales “necesitará más que una disculpa” para arreglar sus problemas con la pareja y acercarse de nuevo, casi como estaban antes de las polémicas.
La mala relación entre los herederos al trono de Reino Unido y los duques de Sussex comenzó a ir mal cuando Kate y Meghan tuvieron un encontronazo días previos a la boda de ésta con Harry en 2018, cuando no estuvieron de acuerdo con un tema relacionado al vestido de la princesa Charlotte.
En el pasado trascendió que se hicieron llorar mutuamente por el desacuerdo, pero en la polémica entrevista que Meghan le dio a Oprah Winfrey detalló que en realidad fue Kate la que ocasionó el problema y la que le provocó el llanto, sin ella haber derramado ni una sola lágrima como se comentó en otra versión de los hechos.
Tras esta charla en la que Meghan culpó a Kate, múltiples expertos reales, así como analistas del lenguaje corporal, aseguraron que Meghan mintió y que su disputa no fue ocasionada por la princesa de Gales ni provocó su llanto, sino que ella misma inventó el problema para hacerse la víctima y llamar la atención mediática.
Meghan no ha sido la que “ha empeorado” la relación de los royals, según dice Larcombe. Y es que Harry también ha tenido una responsabilidad importante en su mala relación y complicada reconciliación.
El duque detalló en su libro Spare que Kate fue la culpable de que él usara un uniforme de con la esvástica nazi en una fiesta de disfraces a la que él asistió allá por el 2005 y por la que causó un revuelo dentro de la familia real y los británicos que lo llamaron neonazi.
Eso no es todo, Kate no quiere verlo ni trabajar en una reconciliación después de que Harry la criticara por recibir una atención de la prensa “diferente” a la que recibía Meghan después de convertirse en una royal.