En medio de un clima lluvioso, Jennifer Lawrence disfrutó de una romántica cena en la ciudad de Nueva York con su prometido, Cooke Maroney.
La actriz de 28 años destiló glamour y belleza, a pesar de la fuerte lluvia que caía sobre la Gran Manzana, con un par de pantalones de mezclilla grisáceos de corte alto y un top tipo blazer verde militar.
Esta prenda evidenció la comodidad al estilo braless de Jennifer con un profundo escote en V apenas unido con botones y un delgado lazo.
Foto: The Grosby Group
Lawrence combinó su arrebatador outfit con sttiletos negros, una cartera estampada, pequeñas joyas (incluido su brillante anillo de compromiso) y una gargantilla de cadena que caía ligera por su escote.
Dejó su cabellera rubia dividida por la mitad en suaves rizos sobre los hombros, enmarcando, así, su rostro con maquillaje sencillo, pero definido.
En tanto, Maroney, de 34 años, optó por un look más casual al utilizar una camisa holgada blanca, jeans negros y Vans de agujetas a juego.
Jennfer y Cooke han estado comprometidos por cuatro meses, recientemente lo hicieron oficial durante una lujosa fiesta de compromiso en Nueva York.
La celebridad de 28 años y su pareja fueron los anfitriones de una exclusiva cena en Manhattan, donde Jenn presumió su belleza ataviada con un vestido de seda en color blush rose con profundo escote en V y una abertura en la pierna izquierda.
Dicho diseño, valorado en 2 mil 300 dólares, fue obra de su prima Lauren Wells, dueña también de la marca de lujo L. Wells Bridal.
En tanto, Cooke utilizó un elegante traje azul marino con camisa blanca y corbata gris, a juego con mocasines cafés.
De acuerdo con el tabloide Daily Mail, la pareja apuesta por una ceremonia íntima en compañía de sus amigos y familiares, aunque todavía no se revelan detalles oficiales.
La pareja se conoció por Laura Simpson, una amiga en común. En junio de 2018, la enamorada pareja confirmó su relación para comprometerse en matrimonio casi ocho meses después.
Según resalta People, la ganadora del Óscar se enamoró de Maroney porque no la trata como una celebridad, como lo hicieron en su momento sus anteriores parejas.