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Desde que se anunció su libro I’m Glad My Mom Died, Jennette McCurdy acaparó la atención mediática por la primicia de la obra que cuenta la explotación que sufrió desde pequeña a manos de su madre y la forma en que se vio obligada a ser el sustento de su familia haciendo algo que ella no quería hacer: actuar.
Entre las nuevas revelaciones hechas en torno al lanzamiento de sus memorias, destaca la relación que tuvo con Miranda Cosgrove, su coprotagonista en iCarly.
“Amo a Miranda. Siempre lo haré. Ella tiene un lugar tan especial en mi corazón. Me ayudó a crecer como persona y sanar como persona, espero haber hecho lo mismo por ella. La amo tanto”, dijo Jennette.
Al parecer, tanto en el set de grabación como en la vida real, ambas fueron y siguen siendo buenas amigas a pesar de que en su momento su madre le prohibió ser amiga de Cosgrove.
En el libro Jennette dijo que creció en un hogar mormón donde una de las prioridades eran sus creencias a Dios.
Debido a esto, Debra le prohibió ser amiga de Miranda porque ella no creía en Dios e incluso decía groserías en el set y “decía el nombre del Señor en vano al menos 50 veces al día”.
"En el set, Miranda dijo malas palabras como 'mierda' y 'trasero', y tomó el nombre del Señor en vano al menos 50 veces al día", escribió McCurdy en el libro.
"Mamá me advirtió que no me acercara demasiado a Miranda porque ella no cree en Dios. (Está bien que me acerque a Nathan, dice mamá, porque 'Los bautistas del sur no son mormones, pero al menos nosotros 'tenemos a Jesús en común)", agregó.
"Aunque mamá dijo que no me acercara a Miranda, realmente quería hacerlo. Quería que me contagiara un poco de su frialdad. Y ella también parecía agradable, lo cual es difícil de ser si eres genial. Crucé los dedos para que de alguna manera, a pesar de nuestra timidez mutua, se desarrollara una amistad entre nosotras".
Cuando iCarly finalizó, Jennette temió que su amistad se quedara en el programa, pero su vínculo “se hizo más fuerte” una vez que dejaron de grabar. Durante los siguientes años Miranda le brindó todo el apoyo emocional que le fue posible dar y que le ayudó a superar sus trastornos alimentarios.
El par de amigas se conocieron durante las pruebas en pantalla para el programa. McCurdy recordó haberla visto por por primera vez en persona recargada en la pared bebiendo una Coca-Cola y enviando mensajes con una actitud segura y “genial”.
Su vínculo fue fortaleciendo conforme trabajaban en la serie y después de que Cosgrove le demostrara su simpatía enviándole una canasta de dulces y una tarjeta de regalo para el cine.
Los gestos amables de Miranda hicieron que Jennette quisiera ser su amiga y llegó a sentirse sorprendida debido a que en el set de grabación normalmente todos los niños suelen ser competencia entre sí y se comportan como tal.
En una entrevista con The New York Times, Miranda dijo que no tenía idea de lo que sucedía con Jennette mientras trabajaban juntas.
“Cuando eres joven, estás tan en tu propia cabeza. No puedes imaginar que las personas a tu alrededor estén teniendo problemas mucho más difíciles”, señaló Miranda.