Ivanka Trump subió al estrado en el juicio por fraude contra su padre, Donald Trump, llevado a cabo en Nueva York.
Fue fotografiada saliendo de su departamento en Park Avenue hacia la Suprema Corte del estado de Nueva York ataviada en un elegante y lujoso atuendo bicolor azul marino y blanco valorado en más de $10 mil dólares.
La ex asesora de la Casa Blanca e hija de Donald Trump fue fotografiada luciendo prendas de diseñador como un abrigo de Carolina Herrera de $4 mil 990 dólares, además de zapatillas de Jimmy Choo valoradas en $775, un bolso de Chanel de $3 mil 400 dólares.
También usó una blusa básica blanca, un blazer de botones cruzados y pantalones de vestir rectos de Trina Turk, con precios de $48 y $258 dólares, respectivamente.
Los elementos de su look ya habían sido utilizados en varias ocasiones mientras trabajaba en la Casa Blanca, cuando su padre era el presidente de Estados Unidos.
Ivanka Trump combinó el outfit con pendientes de perlas y su anillo de bodas.
Su rostro se mostró casi al natural con maquillaje en tonos claros, incluido labial nude y blush rosado, mientras su cabellera rubia se mostró peinada en mechones ondulados sobre los hombros.
La también empresaria y socialité testificó en el juicio civil contra su padre y la Organización Trump. Durante su testimonio, Ivanka se mantuvo tranquila al negar su vinculación con los documentos financieros que demuestran fraude.
Dijo que no recordaba detalles sobre las negociaciones de su padre y la empresa o de conversaciones sobre un préstamo de $300 millones de dólares de Deutsche Bank.
Antes de Ivanka, Donald Trump y sus hijos mayores Donald Jr. y Eric Trump también testificaron en la Suprema Corte de Nueva York, negando las acusaciones de fraude.
De acuerdo con los informes, Ivanka Trump ha estado distanciada de su padre en los últimos años, desde que la familia dejó la Casa Blanca y Donald Trump terminó con el cargo de presidente de Estados Unidos en 2021.
Desde el momento en que se terminó la administración de Trump, Ivanka se mudó a Miami con sus tres hijos y su esposo Jared Kushner, que también fue asesor presidencial.
Ahora se dedica a sus esfuerzos filantrópicos, a sus negocios individuales y a su familia, incluso se negó a ser parte del nuevo equipo político de su padre ahora que compite de nuevo por la presidencia estadounidense.