A inicios de 2024, la hija no binaria de Jennifer Garner y Ben Affleck conocida como Seraphina, sorprendió al mundo con un repentino cambio de look que dejó atrás el auténtico cabello largo para pasar a un corte semirapado.
Sin embargo, durante la ceremonia por el fallecimiento de William Jack Garner, padre de la actriz protagónica de la película ‘Si yo tuviera 30’, la adolescente de 15 años dio un importante anuncio en la iglesia Christ Church United Methodist en Virginia, Estados Unidos.
"Hola, mi nombre es Fin Affleck (...) Mejor es poco con justicia, que mucho ingreso con injusticia", expresó.
Con pocas palabras mientras recitaba un pasaje bíblico, el joven que actualmente se identifica como Fin, reveló el nuevo nombre con el que quiere ser asociado.
De acuerdo con Daily Mail, las sospechas sobre el cambio de nombre se suscitaron en los últimos días, al ser fotografiado junto con su madre sosteniendo una mochila escolar con la palabra ‘Fin’ bordada sobre el artículo, en lugar de Seraphina como era conocido.
Fin Affleck es un adolescente de 15 años, hijo de los actores Jennifer Garner y Ben Affleck, que tiene dos hermanos, Violet Anne y Samuel.
Tras el divorcio de sus padres y el matrimonio entre Ben Affleck y Jennifer López, Fin se volvió cercano a Emme, su ‘hermanastre’, quien también se identifica como no binario y es hijo de López y Marc Anthony.
De acuerdo con el doctor César Torres Cruz, del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, las personas consideradas como no binarias se caracterizan por no sentirse identificadas con ningún género.
‘’Son personas no binarias -dice- porque aunque biológicamente son hombres y mujeres (según la medicina), no se piensan ni se sienten identificados con ningún género de manera binaria. Son personas en las que fluye a la vez lo femenino y lo masculino’’, aseguró.
De esta forma, las personas no binarias, transitan entre lo que socialmente se considera como ‘femenino’ y ‘masculino’, pero además, adoptan otros pronombres diferentes al ‘’ella’ o ‘él’ y buscan cambiar el sistema heteronormativo establecido por la sociedad.
‘’Su postura va más allá de la vestimenta, de mezclar prendas femeninas con masculinas. También refrendan su identidad de género en el lenguaje, sustituyendo en algunos pronombres las vocales por la ‘e’. Así, no son ellos o ellas, sino elles; no son todas ni todos, sino todes, tampoco nosotras ni nosotros, sino nosotres’’, indicó.
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