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Harrison Ford recibió este jueves una Palma de Oro honorífica, tras haber entusiasmado en la alfombre roja, aunque no llevaba su sombrero ni el látigo, en el estreno de "Indiana Jones y el llamado del destino", uno de los momentos estelares de esta edición del certamen.
Quince años después del cuarto episodio de la saga, la estrella de Hollywood, de 80 años, volvió a la Croisette, esta vez bajo la dirección de James Mangold.
Tanto Ford como Disney, que compró los derechos de la saga Indiana Jones, ya han asegurado que esta vez sí es la última.
El Festival de Cannes quiso homenajearlo de manera especial, y le entregó una Palma de Oro honorífica por sorpresa, justo antes de la proyección del filme. Tom Cruise recibió el año pasado la misma distinción en el estreno de "Top Gun: Maverick".
Visiblemente conmovido, Ford, que ha encarnado a un sinfín de personajes superconocidos, de Han Solo en "Star Wars" a "Blade Runner", dijo estar "profundamente emocionado" por esta recompensa.
Harrison Ford en el Festival de Cannes
A su paso por la alfombra roja, el actor, vestido con un traje oscuro y pajarita, acompañado por su esposa Calista Flockhart, causó furor entre el público, sobre todo cuando sonó la famosa música de la saga, compuesta por John Williams.
También estuvieron en el estreno otros miembros del elenco, como Phoebe Waller-Bridge, de la serie "Fleabag", o Mads Mikkelsen. Antonio Banderas, que también participa en el filme, no viajó a la Croisette.
Entre otras personalidades que pudieron verse en la alfombra roja destacan el director británico Steve McQueen, el rapero francés OrelSan o el cacique Raoni Metuktire, emblema de la lucha indígena de Brasil.
Los primeros cuatro episodios de la saga fueron dirigidos por Steven Spielberg, que en 2008 acudió a Cannes para la presentación de "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal"
La acción de este nuevo capítulo transcurre a finales de los años 1960, pero los guionistas han incluido un "flashback" que ha requerido "rejuvenecer" mediante inteligencia artificial el rostro de Ford durante varios minutos, una muestra más de los cambios que se avecinan en el campo audiovisual.
Aspirantes a la Palma de Oro
Cannes suele alternar los grandes momentos hollywoodienses con propuestas más arduas, y en esta ocasión le toca representar ese papel al largo documental "Youth Spring", de 3H40 de duración, del chino Wang Bing.
Bing es un director que se toma su tiempo (en esta ocasión cinco años) para dejar un testimonio fílmico de la profunda mutación social que experimenta su país bajo la férrea batuta del régimen comunista.
En "Youth Spring" Bing sigue con su cámara a los jóvenes que abandonan por millones sus aldeas del interior del país para trabajar a destajo en talleres textiles en ciudades como Shanghái.
Filmadas de forma discreta, a veces incluso clandestinamente, las obras de Bing han sido premiadas en numerosos certámenes, como el festival de Venecia o de Locarno.
Destaca "The Ditch" ("La Fosa", 2010), que denuncia los campos de trabajos forzados para prisioneros políticos en el desierto de Gobi, en los años 1960, bajo el régimen de terror de Mao.
Bing mantuvo con el director español Jaime Rosales una "Correspondencia" escrita y fílmica, una obra estrenada en 2011.
El director chino presenta otro documental en Cannes, "Man in black", filmado en un teatro parisino con un solo protagonista, el compositor exiliado Wang Xilin, desnudo sobre escena.
Otro aspirante a la Palma de Oro, el alemán Wim Wenders, también presenta dos obras en Cannes: un largometraje de ficción, "Perfect Days", en competición, y "Anselm", un documental sobre el artista Anselm Kiefer.
El francés Jean-Stéphane Sauvaire presenta por su parte en competición "Black Flies", un thriller que sigue los pasos de Sean Penn y Tye Sheridan, ambos interpretando a dos médicos que se enfrentan a la violencia callejera en Nueva York. La exleyenda del boxeo Mike Tyson también figura en el elenco.