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La mexicana Gloria Ortega lleva el glamour en cada paso que da. Así se abrió camino en el mundo de la moda en Estados Unidos.
Actualmente, la mexicana de 31 años reside en Los Ángeles y se desarrolla como productora en ACA Films. Pero los inicios de su trabajo se remontan al 2002.
Desde que era niña, le apasionó el mundo de los vestidos y las pasarelas. “Todo el tiempo quería vestirme a mi manera, no con la ropa que mi mamá escogía”, recuerda en entrevista. A los 16 años, fue a su primer casting y desde ese momento empezó su carrera en el modelaje.
Poco a poco, ascendió hasta la cima. La actitud y belleza de Gloria la llevaron a ser imagen de marcas como Calvin Klein, DKNY, Nautica, Guess, Tommy Hilfiger y Ralph Lauren. Pero todo éxito se asienta en bases de trabajo y esfuerzo.
Las bases
La originaria de Monterrey tiene la firme convicción de que la moda marca identidad y personalidad, “puede definir los elementos característicos de una sociedad y de cada persona”, señala.
Esta idea ha estado presente en ella desde que era una niña. “Soñaba con ser una modelo internacional, pero nunca me imaginé que pasaría”, admite. Durante su infancia, le gustaba disfrazarse. Iba al clóset de su mamá y lo vaciaba para probarse ropa y caminar en tacones.
Con el paso de los años, decidió tomar un curso de modelaje. “Tomé un curso con Rafael Zúñiga Modelos, la agencia de modelaje más importante en Monterrey. Fui muy afortunada, porque al terminar el curso, la agencia me firmó y no he parado desde entonces”, cuenta.
La familia de Gloria Ortega ofreció un apoyo incondicional a todos sus proyectos. Siempre confiaron en que el trabajo de su hija rendiría frutos. Cuando le ofrecieron un contrato de seis meses en Shanghai, China, su sensación fue de felicidad y orgullo.
Gloria señala que el sacrificio más grande que ha hecho por seguir su carrera es estar lejos de su familia, pero esa también es su motivación más grande.
El sueño
Modelar para Lacoste, Levi’s, BCBG, Nine West y Steve Madden implicó un cambio de vida para la modelo mexicana. Aunque ya había tenido un par de proyectos en Estados Unidos, desde 2013 se mudó a ese país. “Decidí mudarme por completo porque firmé un contrato con una agencia basada en Nueva York y Los Ángeles”, narra.
La ciudad de Los Ángeles inspira a Gloria para seguir trabajando y querer siempre más. “Ver a tanta gente trabajando, con múltiples proyectos, transmite energía”.
Su vida como mexicana en Estados Unidos ha estado llena de fortuna y oportunidades. Asegura que ese país le dio trabajo, seguridad, libertad, aprendizaje y crecimiento. También llegó a modelar para Aghata Ruiz de la Prada, Eve NY, Rocawear, Macario Jiménez y Pineda Covalin.
Sin embargo, Su proyecto favorito ha sido el Lakme Fashion Week de la India. Durante dos meses, vivió allá y “fue una experiencia increíble”.
Por su parte, ella le ha dado a Estados Unidos su trabajo. “También he sido una ciudadana responsable y les he dado mis impuestos”, dice al tiempo que suelta una carcajada.
Gloria Ortega es un ejemplo de auténtica belleza mexicana. Ella considera que debería impulsarse más la moda nacional. “Existe gente muy talentosa en México, pero por falta de apoyo no pueden realizar sus colecciones, o no tienen la oportunidad de exponerlas para que tengan alcance”. Ortega considera que, de esta manera, se impulsa el talento y la economía de México.
Aún hay más sueños
La modelo mexicana acaba de firmar un contrato para la producción de proyectos de moda (catálogos y fotos). También tiene en puerta un cortometraje.
En ACA Films ha desarrollado su talento como productora. Inició su carrera como asistente de producción y modelo, pero rápidamente se posicionó como gerente de producción. En su empresa, destacan sus ideas milenarias, voguistas y sus habilidades en Relaciones Públicas.
“Mi máximo sueño es abrir mi propia compañía de producción y creación creación de contenido. Me encanta estar detrás de cámaras y hacer que las cosas sucedan: Producir”, cuenta la modelo y alienta a los mexicanos a perseguir sus sueños.
Dice que los mexicanos en Estados Unidos se caracterizan por ser afectuosos, solidarios, serviciales, “luchones” y por tener un gran sentido del humor, y les envía un mensaje: “Toquen puertas, conozcan gente. Las oportunidades están ahí, sólo es cuestión de salir a buscarlas y tomarlas”.
