La ex asesora presidencial, Ivanka Trump, ha estado disfrutando su vida personal y familiar lejos de la política tras haber dejado la Casa Blanca hace dos años.
Recientemente anunció que no participará con su padre en su campaña presidencial para 2024 para enfocarse en su vida personal y la crianza de los tres hijos que comparte con Jared Kushner.
“Quiero mucho a mi padre. Esta vez, elijo priorizar a mis hijos pequeños y la vida que estamos creando como familia. Si bien siempre amaré y apoyaré a mi padre, en el futuro lo haré fuera de la arena política”, dijo en un comunicado.
Desde que terminó el periodo de gobierno de su padre, Donald Trump, Ivanka ha estado viviendo una vida relajada y lujosa en un departamento que alquila a la orilla del mar, en Miami, mientras terminan de construir su mansión en el famoso bunker Millonario que compró a finales del 2020 por $31.8 millones de dólares en Indian Creek.
Como una madre de familia y parte de la élite millonaria de Estados Unidos, Ivanka ha pasado el tiempo disfrutando de los lujos, viajes y entretenimientos diarios alejada de la política y centrada en los negocios familiares.
A través de redes sociales ha estado compartiendo detalles de su vida diaria, lo que antes no hacía debido a su puesto de alto rango en la Casa Blanca.
Entre sus últimas publicaciones destacan fotos del viaje de Hanukkah a Francia que compartió con su hija Arabella y de varios viajes por el mundo con toda su familia, desde paseos en caballo por El Cairo, hasta la asistencia especial al Mundial de Qatar, paradas en Praga, Marruecos, y viajes rápidos a Utah, California y Londres, por mencionar algunos destinos.
De hecho, durante estos paseos internacionales ha tenido tiempo y ganas de derrochar su fortuna de casi $800 millones de dólares, según Celebrity Net Worth. Durante su viaje a Marruecos, se informó que se hospedó con su familia en el Dakhla Club Hotel & Spa, un complejo de lujo donde cobran por lo menos $200 dólares por noche.
En su viaje a Utah, Ivanka y su esposo Jared se hospedaron en el resort de las estrellas, Amangiri, donde el hospedaje por noche cuesta un mínimo de $2 mil dólares.
Los viajes y los días de ocio no han sido los únicos predominantes en su vida después de dos años en Miami.
Ivanka ha dedicado parte de su tiempo al deporte. Amplió sus rutinas de ejercicio y actividades físicas luego de dejar su papel como asesora.
Normalmente hace deportes acuáticos, natación en la Bahía de Biscayne que suele rentar para ella sola, hace tubing y boogie junto a sus tres hijos.
Asimismo, sale a correr a la orilla del mar con su esposo y amigos, siempre acompañada por un fuerte dispositivo de seguridad que se encarga de protegerla y de mantener a los paparazzis lo más alejados posible. Hace golf, sale a pasear en bicicleta y practica tenis.
También ha estado documentando sus lecciones de wakeboard en Miami
En varias ocasiones, los paparazzis la captaron pasando días enteros en un gimnasio de lujo de Arte Surfside y disfrutando de días de juego con sus amigos multimillonarios.
Ivanka, de 41 años, aprendió a tocar la guitarra durante la pandemia y mostró sus dotes durante un trabajo de voluntariado que recientemente hizo en Polonia con niños refugiados de la guerra.
La comida ha sido otro hobbie que ha adoptado para preparar alimentos y repartirlos a personas necesitadas y en situación de calle, en lugares devastados por fenómenos meteorológicos y donde la pobreza es extrema. Trump suele trabajar con varias organizaciones benéficas para hacer lo anterior con frecuencia.
Finalmente, entre la agenda de la ocupada Ivanka se encuentran visitas frecuentes a su mansión millonaria para supervisar la renovación.
La mansión en el búnker millonario está en plena remodelación para recibir a la familia en algún momento de este año.