El 5 de septiembre de este año, la vida cambió para 800 mil ‘dreamers’ en Estados Unidos. El presidente Donald Trump anunció el fin del programa DACA (Acción diferida para los llegados en la Infancia).
Quienes llegaron a Estados Unidos siendo unos niños ya no estarán protegidos de la deportación. Tampoco contarán con permisos de empleo, seguro social ni licencia de manejo.
El gobierno mexicano advierte a los jóvenes que tampoco podrán reingresar a Estados Unidos, luego de un viaje al extranjero, pues el Departamento de Seguridad Interna (DHS, por sus siglas en inglés) no aprobará nuevas solicitudes.
El Advance Parole es un permiso de viaje que necesitan los extranjeros para viajar fuera del país y regresar. Solicitantes de asilo, víctimas de tráfico de personas y refugiados pueden pedirlo.
Hasta hace unos meses, los beneficiarios de DACA también podían solicitarlo. Así lograban visitar a sus padres, en sus países de origen, o asistían a conferencias y centros de trabajo.
USCIS informó en su página de internet que ya no se aprobarán nuevas solicitudes de Advance Parole relacionadas con DACA. Las que estaban en trámite no serán aprobadas y se realizará el reembolso correspondiente.
Para quienes ya tengan un Advance Parole autorizado, se respetará su vigencia pero no podrán renovarlo.