Bailey Davis, porrista de los Santos de Nueva Orleans fue despedida por posar en traje de baño en una foto de su Instagram, lo que presuntamente viola las reglas del equipo.
La animadora del equipo de la National Football League (NFL) interpuso una queja ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades de Empleado por discriminación, ya que argumenta que el equipo tiene normas diferentes para las porristas y para los jugadores.
Davis asegura que siguió las normas como hacer privado su perfil en la red social. No obstante, al publicar una fotografía en traje de baño en enero, supuestamente violó la regla de no posar desnuda, semidesnuda o en lencería.
Además, Bailey fue acusada de romper otra norma del equipo conocido como Saintsations, asistir a la misma fiesta que un jugador.
De acuerdo con The New York Times, el reglamento del equipo de futbol americano de Nueva Orleans ordena evitar el contacto entre los jugadores y las animadoras, ya sea en persona o a través de Internet.
Las porristas no pueden dejar que los jugadores las sigan en sus cuentas de redes sociales, ni asistir a los mismos lugares que ellos, aunque ellas lleguen antes que los hombres. Si esto ocurre, las mujeres deben abandonar el recinto inmediatamente.
También deben bloquear a los casi dos mil jugadores de la liga y abstenerse de publicar sus fotos como integrantes de los Santos
Mientras que las porristas pueden ser sancionadas, y hasta despedidas, los hombres del equipo no son castigados cuando no cumplen las reglas.
El equipo argumenta que el reglamento busca proteger a las porristas, pero Bailey, de 22 años, argumenta que los hombres del equipo no son castigados cuando salen con las porristas, mientras que ellas sí pueden llegar hasta a ser despedidas.
En otras ocasiones los equipos de porristas de la NFL han estado inmersos en la polémica por los bajos salarios que dan a las mujeres, aparte de que las hacen pagar su maquillaje, uniforme y transporte.
La joven no podrá trabajar su cuarto año en el equipo, en el que hubiera ganado 10.25 dólares por hora, el equivalente a 187 pesos mexicanos, aunque afirma que su objetivo no es regresar, sino ayudar a acabar con la desigualdad en los Santos.