Esta semana, <strong>Miley Cyrus </strong>se presentó en el show de radio “The Zach Sang Show” para promocionar el lanzamiento de su último sencillo Malibú. En un tono propio de una Cyrus de 24 años más tranquila y madura, la cantante confesó que algunas de sus decisiones en los últimos años la perseguirán hasta la tumba y que probablemente no volvería a hacerlo de saber cómo se sentía ahora.
Sin embargo, como muchas otras celebridades que pasaron por este primer filtro, Cyrus enfrentó un momento retador cuando quiso despegar con su carrera, desligada de la compañía de Mickey Mouse. Así como otras celebridades infantiles de Disney que ya habían enfrentado el reto de este desprendimiento, como Britney Spears, Cristina Aguilera y Lindsay Lohan, la ex Hannah Montana decidió ir a los extremos para revelarse y mostrar al mundo que poco le quedaba de la dulce chica buena que aparecía en televisión.
Su inspiración y talento sin duda se encontraba en la música. Pero una buena voz no sería suficiente para representar quien era realmente. Por eso, a través del desarrollo independiente de Cyrus la pudimos ver atravesar una serie de momentos reveladores, y algunos desagradables, con tal de mostrar al mundo que ya no era una niña.
Entre esos momentos se encuentra su actuación en los MTV VMA’s de 2013, donde fue altamente criticada por su alarmante actuación erótica al lado del cantante Robin Thicke. Pero no es este momento del que teme que la gente hable durante su funeral. Lo que realmente le perturba es su video Wrecking Ball.
Durante la entrevista radiofónica, la joven declaró que su peor pesadilla es que el video musical se transmita en una televisión mientras ella yace en la tumba.
Aquí una lista de sus momentos más controversiales: