Demi Moore se tomó un descanso de su apretada agenda de trabajo para disfrutar de unas vacaciones de lujo en Grecia.
Los paparazzis la fotografiaron haciendo alarde de la figura de impacto que conserva a los 60 años con un elegante conjunto negro y una camisa desabotonada blanca.
El atuendo, perteneciente a su colección con Andie Swim, constó de un traje de baño vintage con bikini de cintura alta decorado con botones dorados, así como un sostén tipo deportivo con escote square y tirantes gruesos; por su parte, la camisa consar de solapas y mangas angostas.
Sumó gafas solares claras de tipo aviador, pendientes pequeños y un collar con un dije azul.
Lució su belleza casi al natural con una ligera capa de maquillaje en su rostro, con base bronceada, párpados ahumados y un fino cat eye negro. En tanto, presumió su cabellera color negro azabache en mechones largos lacios sobre su espalda.
La estrella de Ghost disfrutó de una sesión de bronceado a bordo de un lujoso yate, junto a su mascota Pilaf, posteriormente fue vista leyendo un libro y bebiendo desde una lata.
Demi ha estado viajando por el Mediterráneo con sus amigos Andreas y Athanasia Steggos. Poco antes estuvo apoyando la huelga de actores y guionistas de Hollywood y disfrutó de los primeros días con su nueva nieta, hija de Rumer Willis.
Moore es una de las leyendas del cine que más trabaja para conservar su belleza y juventud a los 60 años como si tuviera 30.
Normalmente hace pilates y yoga como una profesional certificada y se somete a tratamientos faciales con sanguijuelas para ayudar a su rostro a verse radiante y sin marcas de la edad.
Asimismo, es seguidora de la dieta crudivegana con la que controla el consumo de calorías, prioriza en los nutrientes, le da más energía y le ayuda a prevenir enfermedades crónicas. En cuanto a las bebidas, se encuentra en un periodo de sobriedad que inició después de su rompimiento con el actor Ashton Kutcher.