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La actriz Demi Moore fue una de las invitadas a la gala Mujeres en el Cine del Festival Internacional de Cine de Venecia. Después se tomó un tiempo para pasear por la espectacular costa de Italia.
La estrella de 58 años de edad subió una fotografía a Instagram ataviada con un bikini blanco y negro a rayas que dejó a la vista la espectacular figura que posee.
En la postal, Demi Moore salta sobre el sillón de un lujoso yate y sonríe ante la cámara. Tiene suelta su cabellera negra y usa lentes de sol. “Un último salto de alegría antes de saltar al otoño”, escribió y sumó más de 45 mil reacciones en una hora.
Para la cena de Mujeres en el Cine, la actriz desfiló por la alfombra roja presumiendo su abdomen tonificado con un conjunto de lujo de Monot. El diseño de dos piezas estaba conformado por una falda larga de cordón y un crop top de impacto.
Demi Moore vuelve como un ícono de moda y hace unos días publicó una nueva fotografía de la sesión que protagonizó junto a sus hijas para promocionar los trajes de baño de Andie Swim.
Todas deslumbraron con bikinis y bañadores blancos junto al mar.
Moore tuvo tres hijas con el actor Bruce Willis, fruto de su matrimonio que inició en 1987 y terminó en el 2000: Rumer, de 32; Scout, de 29 y Tallulah, de 27. Durante décadas, la estrella acaparó los reflectores, las portadas de revista y las películas por su rostro ‘perfecto’, que encajaba perfectamente con los estereotipos de belleza occidentales.
Pero en 2019, la estrella reveló en sus memorias Inside Out que, a pesar de llegar a ser la actriz mejor pagada de Hollywood cuando protagonizó la película Striptease (1996), siempre estaba tratando de superar dudas e inseguridades arraigadas en su infancia.
“A lo largo de su ascenso a la fama y durante algunos de los momentos más cruciales de su vida, Demi luchó contra la adicción, los problemas de imagen corporal y el trauma infantil que la seguiría durante años, todo mientras hacía malabarismos con una carrera vertiginosa y, a veces, con una percepción pública negativa”, apunta la reseña de sus memorias.
Se enfrentó a presiones sociales y de fama que la hacían cuestionar sus roles como madre, actriz y mujer. Resistió una relación tumultuosa con su madre, la vida en pareja y sobrellevó el éxito en los sets con la crianza de sus hijas.
Cambió radicalmente su imagen desde Ghost: la sombra del amor (1990) a Striptease (1996). Se colocó implantes de senos y posó desnuda en la película, con lo que ganó 12.5 millones de dólares. Ascendió como el sex symbol del momento.
Aunque en diferentes momentos se habló de sus cirugías estéticas, siempre lo negó. En 2019, dio una entrevista al Daily Mirror donde dijo abrazar su vejez. Pero atrajo las miradas de nuevo al modelar la colección Primavera-Verano 2021 de Fendi durante la Semana de la Moda de Alta Costura de París y mostrar su nuevo rostro.