El drama persigue a Britney Spears hasta en el día de su boda. Esta vez, todo fue causado por Jason Alexander, su primer esposo, quien intentó entrar a la sede de la ceremonia, en California, sin invitación.
El actor llegó al inmueble en la ciudad de Los Ángeles, donde se preparaba todo para la unión de Spears y su prometido Sam Asghari.
Afortunadamente, Jason apareció en el lugar horas antes de que comenzará oficialmente la boda. “Soy su primer esposo”, dijo el artista al llegar al lugar.
El artista ingresó a la enorme propiedad en Los Ángeles y comenzó a buscar a la intérprete de Toxic. Llegó hasta el sitio en el que Britney Spears y su prometido dirían si acepto.
Jason Alexander comenzó a preguntar por la cantante a todas las personas que trabajan para tener lista la boda. Además, comenzó a cuestionar sobre la ausencia de la familia de Spears y aseguró que había sido invitado por “la princesa del pop”.
Finalmente, el equipo de seguridad del lugar se encontró con la celebridad y de inmediato lo arrestó.
Jason transmitió todo en vivo a través de su cuenta de Instagram, hasta que lo detuvieron cerca del altar.
El equipo de seguridad contactó a la policía del condado de Ventura para el arresto y se detectó que el actor tenía una orden de aprehensión pendiente en Napa. Esa orden de arresto es por un caso de robo agravado cometido en agosto de 2015.
Además, se le investiga por el ingreso a propiedad privada a la boda de Britney Spears, para determinar si violó alguna ley con la irrupción.
Pese al mal rato que pasó, finalmente Spears y Asghari se casaron en una hermosa ceremonia a la que acudió Madonna, Paris Hilton, Drew Barrymore, entre otros.