Después de las explosivas declaraciones que dieron ex actores y personal de Nickelodeon a Quiet On Set sobre el abuso mental y sexual que vivieron en los sets de grabación a manos de Dan Schneider, éste está demandando por difamación.
De acuerdo con los informes, el ex productor Dan Schneider presentó una demanda por difamación contra los productores del documental por insinuar "falsamente" que abusó sexualmente a varias estrellas infantiles y cubrió a otros abusadores.
La demanda, a pesar de los testimonios y de su disculpa pública por haber agredido a los actores infantiles y empleados de Nickelodeon, fue hecha contra Warner Bros. Discovery, Maxine Productions, Sony Pictures Television y a la televisora ID por “declaraciones falsas”.
“Si bien es indiscutible que dos abusadores sexuales de niños de buena fe trabajaron en programas de Nickelodeon, también es indiscutible que Schneider no tenía conocimiento de su abuso, no fue cómplice del abuso, condenó el abuso una vez que se descubrió y, críticamente, no fue él mismo es un abusador sexual de niños”, dice la demanda.
“Pero en aras del clickbait, las calificaciones y las vistas (o, dicho de otro modo, el dinero), los demandados han destruido la reputación y el legado de Schneider mediante declaraciones falsas e implicaciones de que Schneider es exactamente eso”.
Schneider está demandando principalmente por lo mostrado en el tráiler de la docuserie al insinuar desde los primeros segundos que abusó sexualmente de los niños que estuvieron en sus programas y ser el foco principal de las acusaciones.
“Setenta segundos después, Schneider sigue siendo no sólo el foco principal del tráiler, sino el único foco. El espectador común interpretará que la voz en off significa exactamente lo que pretendían los acusados: Schneider es un pedófilo que abusó sexualmente de niños en sus programas”, agrega la demanda.
Antes de las revelaciones que hizo la serie, Dan ya había sido acusado por varias actrices infantiles como Jenette McCurdy en su libro I’m Glad My Mom Died y Alexa Nikolas, que dijo que Dan había pagado por fotos de los pies de los niños mientras grababa Zoey 101.
Tras el estreno de la docuserie, el ex productor Dan Schneider aceptó haber tenido comportamientos inapropiados hacia los actores infantiles de Nickelodeon durante una entrevista con el actor de iCarly, Boogie.
“Definitivamente le debo a algunas personas una disculpa bastante fuerte”, dijo Dan. “Me avergüenza haberlo hecho entonces. Pido disculpas a cualquiera que alguna vez haya puesto en esa situación”, agregó aceptando también su comportamiento tóxico con el resto de empleados detrás de cámaras, guionistas y más.
A pesar de sus disculpas y de reconocer el daño que les hizo, Dan dijo que los chistes sexualizados y la forma en que sus actrices fueron mostradas en televisión no fue su culpa, sino de “decenas de adultos involucrados” que aceptaron los guiones y vestuario de los actores, principalmente de las niñas.
Quiet on Set: The Dark Side Of Kids TV expone los abusos sexuales y agresiones hechas por el productor Dan Schneider y otros empleados de Nickelodeon a actores y trabajadores de menor jerarquía durante los años de gloria de la empresa, en los que programas como The Amanda Show, Drake & Josh, iCarly y Zoey 101 brillaron a nivel mundial.
Según la primicia, “Quiet on Set abre el telón de un imperio, construido por el creador Dan Schneider, que tenía un control innegable sobre la cultura popular. Series como All That y The Amanda Show fueron consumidas obsesivamente por los niños de todo el país y definieron la comedia durante una generación”.
“Pero detrás de la presencia optimista en pantalla en estos programas con chistes cuestionables y sketches exagerados, Quiet on Set revela un ambiente insidioso, plagado de acusaciones de abuso, sexismo, racismo y dinámicas con sus estrellas y equipo de menores de edad”.