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A lo largo de la historia, parece que el ser humano ha mantenido una constante necesidad por coleccionar objetos. Algunas son modas pasajeras, y otras son obsesiones que nos acompañan a lo largo de nuestras vidas. Sin embargo ¿por qué existe ese afán por sumar objetos?
Estudiosos de la psicología se han dado a la tarea de analizar este comportamiento y determinaron tres razones por las que posiblemente nos gusta tanto coleccionar.
1. Tenemos la idea de que, aunque el objeto quizás no nos sirve en este momento, llegará el día en que nos será útil. Ese sencillo pensamiento automáticamente nos genera seguridad.
2. El interés por algunos de los objetos que coleccionamos inicia a partir de un recuerdo o una asociación con un sentimiento especial. Ese valor emocional que recibe la colección es lo que la hace tan especial. De hecho el tipo de colección de una persona puede revelarnos buena parte de su identidad, como sus gustos, sus valores, sus aspiraciones.
3. Existe la creencia de que algunos de los objetos que adquirimos ahora, tendrán un valor monetario altísimo en el futuro. A partir de esto, poseer algunos objetos valiosos nos remiten a la idea de ser más importantes o especiales nosotros mismos. Este mismo poder siente un coleccionista al pagar una cifra desorbitante por un pequeño objeto. El hecho de podérselo permitir es indicio de poder.
Existen algunos objetos coleccionables que son ya clásicos, como timbres postales, monedas o incluso autos. Sin embargo, algunas personas tienen aficiones que pueden resultarnos bastante peculiares. Y, si estas personas tienen el poder adquisitivo de una celebridad, la afición se puede tornar mucho más exuberante.