Britney Spears continúa disfrutando de sus vacaciones veraniegas, pero esta vez con su madre, Lynne, en las Islas Turcas y Caicos.
La cantante de 37 años fue captada en las claras playas del Caribe, presumiendo su tonificada figura, fruto de las arduas horas de entrenamiento. Muchas de ellas guiadas por su novio Sam Ashgari.
A la hora de juguetar en el agua, Spears utilizó un diminuto bikini amarillo de lazo que le permitió obtener un bronceado casi completo.
Foto: The Grosby Group
Acomodó su cabellera rubia en un moño alto despeinado. De su cuello colgaron dos collares negros con figuras doradas y una cadena con un pequeño dije.
Añadió glamour y practicidad con gafas de espejo rosas.
Durante su estancia en las islas caribeñas, la estrella juvenil compartió en sus redes sociales varios detalles de sus vacaciones, incluido un video de ella paseando en bicicleta por los alrededores de su hotel, nadando, practicado gimnasia y corriendo por la playa.
“¡Qué hermoso tiempo aquí!", tituló la publicación que hasta el momento supera los 4 millones de reproducciones.
En otras publicaciones, Britney presumió de las increíbles vistas del cristalino mar, mientras ella posó con diferentes bikinis.
Las vacaciones de madre e hija ocurren después de estar meses separadas lidiando, a su manera, con Jamie Spears, padre de la intérprete de Toxic.
Britney Spears canceló su residencia en Las Vegas bajo el nombre de Domination en abril para tomar un tratamiento de salud mental, presuntamente ordenado por su padre y tutor Jamie Spears.
Después de salir del centro de rehabilitación, la belleza solicitó a un juez de California el término de la tutela que Jamie ejerce sobre ella, desde que tocó fondo en 2008.
A la lucha se unió su madre Lynne, pero al parecer ambas están perdiendo la batalla ante el poder que ejerce el patriarca, quien reforzó la seguridad de Britney y tiene permitido involucrarse cuando haya una “bandera roja” emitida a través de las actividades de la cantante.