A sus 47 años de edad, Jennifer López es el objeto de deseo de hombres en todo el mundo y eso se debe a su físico y sex appeal. Ante ello, de forma cotidiana, es asediada por miles de fanáticos que se quieren tomar fotos, la quieren saludar, aunque algunos se pasan de la raya.
El más reciente caso es el de un fan que aparentemente intentó meterse en su vida a la fuerza. Es el estadounidense Timothy McLanahan, quin la ha acosado tanto en California como en Nevada: le envía correos electrónicos, regalos y flores.
Ante el acoso del fanático, la cantante solicitó una orden de protección que fue aceptada el pasado 4 de enero por un juez del Tribunal Superior de Los Ángeles. La orden que determinaba que McLanahan no podía acercarse a ella a menos de 100 pies de distancia bajo riesgo de ser arrestado por la policía.
No obstante, la orden duró solo 20 días y expiró el pasado martes y aunque los representantes legales de la diva solicitaron su extensión, esta les fue denegada, supuestamente porque el acusado no recibió nunca los papeles de la disposición anterior debido a que no se lo pudo ubicar.
Cabe recordar que esta no es la primera vez que la cantante y actriz pone límites contra un fanático, ya que en 2013 sus abogados tuvieron que interponer una medida semejante contra John M. Dubis.
Mientras tanto, Jlo sigue publicando sus fotografías sensuales en redes sociales, como por ejemplo la que colgó recientemente en Instagram, que, según algunos, fue supuestamente para darle una lección a su nuevo novio, el cantante de rap Drake, a quien los ‘paparazzis’ captaron hace poco durante una cena ‘íntima’ con la actriz porno Rosee Divine.