El show del medio tiempo del Super Bowl se ha convertido en el espectáculo principal de dicho evento musical desde hace décadas.
Antes de las grandes presentaciones de artistas mundialmente famosos, el medio tiempo era amenizado por bandas universitarias con sus tambores, trompetas y coreografías armadas entre los mismos estudiantes.
Michael Jackson fue el primer artista en abrir el camino a lo que es hoy la organización del show. Fue el 31 de enero de 1993 cuando la NFL hizo posible que el cantante se subiera al escenario del Rose Bowl de Pasadena, California, durante el descanso del partido entre Buffalo Bills y Dallas Cowboys.
Hasta 1992 el juego era musicalizado por los universitarios estadounidenses, pero la NFL cambió eso cuando en dicho año enfrentó una dura competencia de audiencia con la serie In living Color, transmitida al mismo tiempo que el descanso.
Para la edición de 1993, la liga pensó y planeó una estrategia musical para atraer toda la atención posible: dar un concierto televisado en el medio tiempo, encabezado por un super artista patrocinado por una gran marca, Pepsi Co.
“Queríamos ir lo más grande que pudiéramos”, dijo Jim Steeg, vicepresidente de eventos especiales de la NFL en ese entonces. “Y en ese momento era tan grande como podía”.
Para llevar a cabo su plan, la NFL se dirigió a Jackson para convencerlo de presentarse, pero éste se negó al menos tres veces hasta que finalmente aceptó cuando se le prometió que el concierto sería transmitido en 120 países, incluidos países y áreas en desarrollo donde había gente que nunca asistiría a sus conciertos y no tendrían la oportunidad de escuchar “su mensaje de esperanza”.
En una reunión que el Rey del Pop tuvo con Steeg y su equipo pidió que se le dejara cantantar su balada Heal the World y un setlist centrado en su álbum Dangerous durante los 12 minutos del show.
Sin embargo, los organizadores querían atraer la atención masiva sólo con sus más grandes éxitos.
Jackson acordó cantar un popurrí con sus canciones más populares en ese entonces y finalizar su número con Heal the World. A cambio, la NFL ofrecería un anuncio de 30 segundos sobre la fundación Heal the World del cantante y una donación de $100 mil dólares.
Más allá de las canciones, el equipo de organización no supo nada sobre el show ni detalles de la preparación; en cambio, Michael trabajó con total hermetismo hasta el gran día.
Tal y como lo hacía en sus giras, el cantante iniciaba sus shows lanzándose al escenario y manteniendo una pose congelada creando expectación entre sus fanáticos.
El día del Super Bowl, el medio tiempo comenzó con el enfoque a una de las pantallas del estadio donde, en la parte superior, apareció un Michael Jackson vestido de blanco y negro, pero en seguida emergió de otra pantalla otro Jackson con el mismo vestuario, haciendo alusión de que se había teletransportado.
Mientras la audiencia estaba entretenida con sus dobles, el verdadero Rey del Pop emergió del escenario a nivel cancha ataviado con un traje negro de estilo militar negro y dorado, que se convirtió en un referente del estilo del cantante.
Como era su plan, creó expectativa e incluso preocupación al permanecer inmóvil en el escenario por 72 segundos antes de comenzar a cantar. Dichos segundos, en 1993, equivalían aproximadamente $2 millones de dólares en tiempo publicitario.
El concierto estuvo lleno de bailarines, fuegos artificiales, sus icónicos pasos de moon walk.
Su presentación cambió el rumbo del espectáculo, ya que la transmisión del juego completo rompió récord de audiencia y para los siguientes años todos los grandes artistas querían participar en el medio tiempo.
“Absolutamente lo mató”, dijo Arlen Kantarian, la entonces CEO de Radio City Music Hall. “Cuando la gente vio el éxito de ese programa y cómo ayudó a promocionar el álbum 'Dangerous', muchos otros grandes artistas dijeron que sí”.
Después de 30 años, el halftime show del Super Bowl es la joya del evento deportivo a nivel internacional.
Artistas como Diana Ross, Prince, Paul McCartney, U2, Justin Timberlake, Madonna, Beyonce, Bruno Mars, Katy Perry, Coldplay, entre otros se han presentado con rotundo éxito.