Kanye West está vendiendo una de sus propiedades en Malibú, California por una exorbitante cifra, considerando que está en obra negra y sin servicios básicos.
De acuerdo con un reciente informe de TMZ, el rapero pide $53 millones de dólares por una casa que quedó en obra negra desde los primeros intentos de remodelación solicitados cuando la compró.
Al parecer, el rapero compró la casa frente al mar por $57 millones hace algunos años, después de intentar remodelarla, la propiedad se convirtió en un “refugio antiaéreo de la década de 1910”, con áreas completamente destruidas, sin ventanas ni electricidad.
La casa cuenta con 4 mil pies cuadrados de construcción, al inicio Kanye West se alió con el arquitecto Tadao Ando para remodelarla, pero los planes fueron cancelados porque West fue demandado por el ex director del proyecto, Tony Saxon, que supervisaba la remodelación y que fue despedido por haber comentado “su preocupación por el peligro extremo” de la casa.
La demanda de Saxon contra Kanye West fue presentada en Los Ángeles y en ella se lee que Saxon fue contratado para trabajar en la casa en 2021 y que fue obligado a estar en ella 16 horas al día durante la remodelación.
Asimismo, dormía en el suelo de la casa “mientras trabajaba como gerente de proyecto, cuidador y seguridad 2 horas al día, 7 días a la semana”, por los anteriores servicios, el rapero, de 46 años, sólo accedió a pagarle una semana de trabajo e ignoró los peligros que corría al estar en la casa.
En la demanda, Tony Saxon también acusó a Kanye de amenazarlo de que se convertiría en “un enemigo” si no cumplía con sus visiones acerca de la remodelación y con su trabajo a tiempo completo. Finalmente lo despidió sin pago y le dijo que le quitaría su amistad.
Ahora Saxon está demandando al exesposo de Kim Kardashian por violaciones del código laboral y le exige el pago de un millón de dólares en salarios impagos, daños y perjuicios.
Las ideas de la celebridad con respecto a su casa era sustituir las escaleras por toboganes, quitar ventanas y la electricidad, cancelar las tuberías, adaptarla para usar sólo velas y luces de batería, y dejar la mayor parte de la construcción al aire libre.
“Íbamos a eliminar todo eso y construirle una especie de Batcueva”, dijo Saxon, y agregó que el rapero quería un lugar donde pudiera “esconderse de los Clinton y de las Kardashian”.
Al inicio Saxon y su equipo de trabajo creían que West quería la casa como una pieza de arte, pero después se enteró que quería vivir allí. Tras los arrebatos antisemitas de Kanye y el despido de Tony Saxon, el resto de trabajadores y arquitectos renunciaron y abandonaron la casa.
Desde entonces, dicen los vecinos, que la casa se está pudriendo y desmoronando, además de que significa un peligro para el vecindario porque el agua y el aire la están deteriorando.