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Alexandra Daddario acaparó la atención durante su paso por la alfombra roja de la segunda gala anual del Museo de la Academia, celebrada en Los Ángeles.
La actriz, de 36 años, fue fotografiada haciendo alarde de su figura de impacto, ataviada con un elegante maxivestido blanco de Dior que cayó sobre su esbelta figura con un estilo oversize.
El vestido contó con un marcado escote en V decorado con malla plateada, misma que se fusionó en el cuello simulando una gargantilla con perlas. El decorado de malla también cubrió la espalda.
Agregó un par de zapatillas de tacón plateadas y pendientes de diamantes.
Destacó su belleza con una capa de maquillaje que le dio el efecto de piel de porcelana, blush rosado, rímel negro, un cat eye oscuro y ligeras sombras brillantes en los párpados; su cabello se lució peinado con raya y un ajustado moño alto.
Foto: The Grosby Group
Alexandra fue una de las decenas de celebridades de Hollywood invitadas a la gala, donde fueron homenajeadas varias estrellas incluida Julia Roberts con el Premio Ícono, Tilda Swinton con el Premio Visionary y el director de cine Steve McQueen con el Premio Vantage, dirigido a artistas que han hecho importantes aportaciones al cine.
La estrella de Percy Jackson hizo espacio en su ocupada agenda para asistir a la gala.
Además de presentarse en galas de cine y moda, tanto en Estados Unidos como en el extranjero, la celebridad se prepara para el lanzamiento de Mayfair Witches, una serie de suspenso basada en la trilogía Lives of the Mayfair Witches, escrita por Anne Rice.
Luego de regresar de París, la celebridad acudió a la ComiCon de Nueva York donde fue lanzado el primer adelanto. Según los informes, el programa será estrenado a inicios del siguiente año a través de la cadena AMC.
Cuando se encontraba en las grabaciones, Alexandra dividía su tiempo en los sets y en la planeación de su boda con el productor Andrew Form.
En una entrevista con Women’s Health reveló que la planeación de su boda y las grabaciones de la serie fueron situaciones sumamente estresantes.
“Cuando conocí a Andrew, ambos lo sabíamos”, dijo. “La boda fue maravillosa; se sentía un poco como una conclusión inevitable. Así que me siento realmente en paz”.
En la misma charla habló sobre sus inicios en la actuación y sus inseguridades por falta de talento y desempeño, cuando era una niña que iba de obras teatrales a comerciales y luego a pequeños trabajos como actriz en series estadounidenses.
“Yo no era muy buena actriz. Podía memorizar mis líneas, pero encontrar mi cámara, encontrar mi luz, incluso aprender a caminar naturalmente, requirió mucha práctica. Sabía que algo andaba mal, pero sabía que podía arreglarlo. Sabía que amaba lo que hacía y que podía ser mejor”.
MA