Elizabeth Hurley incendió las redes sociales después de compartir dos sensuales y atrevidas fotografías de sí misma para desearle a sus fanáticos feliz Día de Acción de Gracias.
En las postales, compartidas en Instagram, la estrella, de 58 años, lució un pequeño monokini al estilo Baywatch, diseñado sobre tela roja, con espalda descubierta, escote profundo y cuello halter estructurado con cadenas.
Usó un par de pendientes de oro circulares y un enorme brazalete a juego.
Para una segunda foto, Liz Hurley modeló el mismo monokini, pero en una versión negra; ambas pertenecientes a su colección de trajes de baño Elizabeth Hurley Beach.
Presumió su rostro eternamente joven con maquillaje perfecto, labial rosado, blush bronceado, párpados ahumados y un fino delineado que ayudó a destacar sus ojos de color; su cabellera castaña peinada con raya de lado y mechones voluminosos.
“Feliz Día de Acción de Gracias desde mi cocina a la tuya”, escribió en el pie de foto.
La estrella de Al Diablo con el Diablo posó en una cocina de estilo industrial con la mesa llena de comida y frutas; en la segunda foto posó junto a un grupo de chefs.
Antes de esta atrevida publicación, la actriz dejó poco a la imaginación con un video en el que se muestra dentro de un sauna despojándose de su toalla y mostrando su silueta casi al desnudo.
Recientemente Elizabeth Hurley se dejó ver bella y joven durante la exposición fotográfica de Mario Testino en Hamiltons Gallery junto a su hijo Damian Hurley.
La actriz posó con su amigo y fotógrafo de las estrellas durante el evento. Más tarde madre e hijo fueron vistos dejando la galería londinense para dirigirse a la finca de Elizabeth en Herefordshire.
De acuerdo con los informes, la celebridad, de 58 años, pronto estaría dejando esta casa para mudarse a su nueva propiedad estilo royal, que compró por $3 millones de libras en el área de Gloucestershire, Inglaterra.
Elizabeth compró la finca de Herefordshire en 2012 para mudarse con su entonces prometido Shane Warne, pero tras su separación, la actriz se quedó con la casa para vivir en ella con su hijo Damian y su familia; Warne se mudó a su natal Australia.