El volcán Fagradalsfjall ha vuelto a despertar, desatando su furia por tercera vez en los últimos tres años. Aunque las autoridades han creado una zona de seguridad, hasta ahora no se reportan daños en las infraestructuras cercanas a la capital, Reikiavik.
Este volcán, ubicado al suroeste de la isla, se ha convertido en una atracción única para los residentes y visitantes. En esta ocasión, la erupción comenzó el pasado lunes, lanzando lava al cielo en un cautivador espectáculo natural. Afortunadamente, el tráfico aéreo no ha sido afectado, según ha informado el Gobierno islandés.
El presidente de Islandia, Guðni Th. Jóhannesson, compartió en Twitter su asombro ante el evento volcánico: "La defensa civil ha cerrado temporalmente una amplia zona debido a los gases volcánicos. Por ahora, observamos este espectáculo desde una distancia segura, maravillados por la madre naturaleza".
El volcán Fagradalsfjall, situado cerca del monte Litli-Hrútur, ya había entrado en erupción en los dos años anteriores, desencadenando flujos de lava que se extendieron por la superficie. En 2021, permaneció activo durante varios meses, dejando una profunda impresión en aquellos que presenciaron su poder destructivo y su belleza inigualable.
Sin embargo, en esta ocasión, la erupción se ha manifestado como un brote de lava proveniente de una fisura, un fenómeno natural que, según los expertos, generalmente no provoca grandes explosiones ni columnas de ceniza. Aunque la situación se mantiene bajo control, las autoridades están atentas a cualquier cambio en la actividad volcánica para garantizar la seguridad de los habitantes y los visitantes de esta fascinante región islandesa.