Un hombre abrió fuego y dejó al menos seis muertos y 24 heridos este lunes durante un desfile por el Día de la Independencia de Estados Unidos en Highland Park, una localidad al norte de Chicago, informaron autoridades.
"En este momento, dos docenas de personas han sido transportadas al hospital de Highland Park. Se ha confirmado la muerte de seis", dijo a los periodistas el comandante Chris O'Neil, de la policía de la ciudad.
El sospechoso, descripto por la policía como un hombre blanco de entre 18 y 20 años, escapó y es considerado "armado y peligroso".
"Todavía instamos a todas las personas a refugiarse donde estén en este momento", agregó.
Nancy Rotering, alcaldesa de Highland Park, condenó la violencia.
"En un día en que nos reunimos para celebrar la comunidad y la libertad, estamos de luto por la trágica pérdida de vidas y luchando contra el terror que nos trajo", dijo.
Tanto o'Neill como Rotering dijeron que el tiroteo comenzó alrededor de las 10H14 (15H14 GMT).
Varias agencias policiales, incluyendo el Buró Federal de Investigaciones, la policía estatal y la policía local, colaboran en la respuesta al ataque.
Las celebraciones del 4 de Julio se suspendieron tanto en Highland Park como en el cercano municipio de Evanston.
"Si bien no se tiene conocimiento de una amenaza para los residentes de Evanston, el tirador todavía está prófugo, por lo que las cancelaciones se hacen por precaución", indicaron las autoridades de la localidad.
Los tiros sembraron el pánico en las calles de Highland Park, pueblo acomodado a orillas del lago Michigan, donde cientos de personas se habían concentrado en la mañana para las celebraciones del 4 de julio.
Videos en redes sociales mostraron imágenes sensibles del momento:
Brad Schneider, representante por Illinois en la Cámara baja del Congreso, se encontraba allí cuando sonaron los disparos.
"Mi equipo de campaña y yo acabábamos de reunirnos para el inicio del desfile cuando comenzó el tiroteo", tuiteó Schneider tras ponerse a cubierto.
Más tarde, en la misma red social, señaló: "Me entero de la pérdida de vidas y otros heridos. Mis condolencias a las familias y seres queridos; mis oraciones por los heridos y por mi comunidad".
El tiroteo se produjo en el marco de una ola de violencia armada que azota a los Estados Unidos, donde aproximadamente 40,000 personas mueren anualmente por armas de fuego, incluyendo suicidios, según el sitio web Gun Violence Archive.
El debate sobre el control de armas, un tema profundamente divisivo en el país, se reavivó tras dos masacres en mayo en las que 10 afreoestadounidenses fueron baleados en un supermercado del norte del estado de Nueva York y 21 personas, 19 de ellos niños, fueron asesinadas en una escuela primaria en Texas.
Tras estos hechos, el Congreso logró aprobar la primera legislación significativa en décadas para intentar atajar el problema de las armas.
El presidente Joe Biden promulgó la ley a fines de junio y dijo que si bien no era suficiente para enfrentar el problema de las armas de fuego, aun así salvará vidas.
Un día antes, los defensores de impulsar leyes más estrictas sobre control de armas de fuego sufrieron un revés con un fallo de la Corte Suprema que reafirmó el derecho al porte de armas en público.