Miles de personas fueron evacuadas el domingo debido a un voraz incendio al este de Los Ángeles que los bomberos combaten en medio de un sofocante calor.
Las llamas en el condado Riverside devoraron más de 80 kilómetros cuadrados (31 millas cuadradas) de vegetación, informó el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California.
Los bomberos no pudieron avanzar contra las llamas el domingo. La causa de la conflagración está siendo investigada.
Las autoridades permitieron que el fuego alcanzara la ladera del Monte San Gorgonio, una cumbre de 3.350 metros (11.000 pies) de altitud, debido a que no era seguro permitir que las cuadrillas operaran en terreno tan inclinado, dijo Lisa Cox, portavoz del Servicio Forestal de Estados Unidos.
“No queremos poner a los bomberos en una situación peligrosa”, dijo Cox al periódico Riverside Press-Enterprise. “Arde en línea recta hacia la cima de la montaña”.
El incendio comenzó como dos fuegos separados el viernes por la tarde en Cherry Valley, cerca de Beaumont, a unos 137 kilómetros (85 millas) al este del centro de Los Ángeles.
Las llamas se acercaban a las colinas y a las viviendas adyacentes, mientras los bomberos las atacaban por aire y tierra.
Una casa y dos estructuras aisladas quedaron destruidas, informó el Departamento de Bomberos de California. No se reportaron heridos.
Se emitieron órdenes de evacuación para unas 8.000 personas en vecindarios ubicados en la montaña, cañones y al pie de las colinas. Los campamentos y los senderos de excursionistas en San Gorgonio, en el Bosque Nacional San Bernardino, fueron cerrados.
Una espesa nube de humo emanaba del lugar, causando una intensa contaminación del aire.
La temperatura era de unos 43 grados centígrados (109 Fahrenheit) en la cercana Palm Springs el sábado. El Servicio Nacional de Meteorología advirtió que en la zona continuarán “condiciones peligrosamente cálidas” debido a la elevada presión atmosférica en buena parte del sur de California.
Más al norte, el incendio Pond en el condado San Luis Obispo quedó contenido en un 10% el domingo, después de consumir más de 6 kilómetros cuadrados (2 millas cuadradas) de vegetación al este de Santa Margarita. Las llamas destruyeron dos estructuras, pero las autoridades dijeron que no está claro si se trataba de viviendas.