Un video y unas fotos publicados por el New York Post este viernes muestran los últimos minutos de Joaquín "El Chapo" Guzmán en Nueva York, apenas unas horas antes de dirigirse esta madrugada a la prisión de máxima seguridad conocida como "El Alcatraz de las Rocosas", en Colorado (EU).
El video, grabado según el rotativo esta madrugada en torno a las 3.00 hora local, muestra a tres hombres fuertemente armados acomodando dentro de un helicóptero de la Policía de Nueva York al que el Post identifica como el narcotraficante mexicano, condenado a cadena perpetua por tráfico de drogas.
Las fotos que acompañan al video muestran a un hombre con una complexión física muy similar a la del Chapo, con el pelo negro moreno y sin barba, acompañado de cuatro hombres con rifles de largo alcance.
Las imágenes fueron tomadas desde el helipuerto cercano a Wall Street, en el Bajo Manhattan, donde el Chapo fue transportado en un coche blindado de la Policía de Nueva York y escoltado por una comitiva de una decena de vehículos policiales, de acuerdo con las fotos publicadas por el Post.
El helicóptero con el narcotraficante mexicano despegó a alrededor de las 3.20 hora local con dirección al aeropuerto LaGuardia, uno de los tres que da servicio a Nueva York.
La defensa del Chapo confirmó ayer a Efe que el capo había sido trasladado de prisión y que desconocían si seguía "escondido" en Nueva York o ya lo habían trasladado al correccional Administrative Maximum Facility (ADX), en Florence, es de las más seguras del mundo y está a 90 millas al sur de Denver (Colorado).
Allí le esperan José Padilla, de origen puertorriqueño, conocido como el "talibán boricua", por su apoyo a la red terrorista Al Qaeda; Mahmud Abouhalima, por el atentado contra las Torres Gemelas en el 1993; el asesino en serie, el médico Michael Swango, y el "Unabomber" Ted Kaczynski, profesor de matemáticas que enviaba cartas bomba.
También el franco-marroquí Zacarías Moussaoui, por su conspiración en los atentados terroristas del 11-S, o Dzhokhar Tsarnaev, condenado a pena de muerte por las dos bombas caseras que mataron a tres personas e hirieron a otras 264, en el maratón de Boston en 2013, cuya sentencia apeló el pasado diciembre.