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La indignación crecía en México y El Salvador después que las autoridades informaran que una autopsia practicada a una mujer salvadoreña que murió bajo custodia en una localidad turística mexicana, confirmó que la policía le partió el cuello.
La imagen de Victoria Esperanza Salazar boca abajo, esposada y con la rodilla de una mujer policía en su cuello y luego ver cómo su cuerpo, ya cadáver, era colocado en una patrulla generó enojo en las redes sociales y condenas en ambos países. El caso se registró el sábado en Tulum, en el estado de Quintana Roo, en el Caribe mexicano.
La necropsia concluyó que había “una fractura en la parte superior de la columna vertebral producida por la ruptura de la primera y segunda vértebra lo que provocó la perdida de la vida de víctima", dijo en un vídeo Oscar Montes de Oca, fiscal general de Quintana Roo.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador dijo sentir “vergüenza” y garantizó que no habrá impunidad. Su colega salvadoreño Nayib Bukele pidió justicia.
Según el fiscal, las lesiones “son compatibles y coinciden con las maniobras de sometimiento que se aplicaron a la víctima durante el proceso de su detención" y demuestran que hubo un uso “desproporcionado” de la fuerza por lo que se inició el proceso contra los cuatro agentes involucrados, tres hombres y una mujer, por el delito de feminicio.
López Obrador, justo antes de que se divulgara el resultado de la autopsia, durante su conferencia matutina no dudó en asegurar que Salazar "fue brutalmente tratada y asesinada”.
“Es un hecho que nos llena de pena de dolor y de vergüenza”, subrayó. "Se va a castigar a los responsables, ya están en proceso de ser enjuiciados, no habrá impunidad”.
Bukele explicó que Salazar era una salvadoreña con dos hijas que vivía en México desde hace unos años con una “visa humanitaria” y “fue asesinada brutalmente por agentes de la policía".
“Veo a miles de mexicanos indignados, exigiendo justicia para nuestra compatriota. Ellos están igual de indignados que nosotros”, dijo a través de su cuenta oficial de Twitter. “Que no se nos olvide que no fue el pueblo mexicano quien cometió este crimen, sino unos criminales en la policía de Tulum”.
“Solo pedimos justicia", añadió tras anunciar que el gobierno se encargaría de la manutención y estudios de las dos hijas de Salazar.
Los vídeos sobre la muerte de la salvadoreña recordaron la de George Floyd en Minneapolis en 2020 que provocó violencias protestas y manifestaciones contra el racismo en Estados Unidos. Floyd, un hombre negro, murió después de que un policía blanco le pusiera su rodilla en el cuello durante unos nueve minutos, incluso cuando a Floyd se le veía desfallecer.