El gobierno del presidente Donald Trump anunció el jueves la eliminación de protecciones contra la deportación para aproximadamente medio millón de haitianos, lo cual significa que perderían sus permisos de trabajo y podrían ser elegibles para ser expulsados de Estados Unidos a partir de agosto de este año.

La decisión, dada a conocer el jueves, forma parte de un esfuerzo más amplio por parte del gobierno federal para cumplir con las promesas de campaña de Trump llevar a cabo deportaciones a gran escala y, en específico reducir el uso de la designación de Estatus de Protección Temporal (TPS por sus iniciales en inglés), cuyo uso se extendió durante el gobierno de su predecesor Joe Biden proteger a cerca de un millón de inmigrantes.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) indicó en un comunicado que estaban revocando el TPS, el cual otorga a las personas la autoridad legal para estar en el país, pero no proporciona una vía a largo plazo para obtener la ciudadanía.

Los beneficiarios del TPS dependían de que el gobierno renovara su estatus cuando este expirara. Los críticos del TPS, incluidos republicanos y el gobierno de Trump, han afirmado que con el tiempo la renovación del estatus de protección se vuelve automática, independientemente de lo que esté sucediendo en el país de origen de la persona.

Durante décadas, el sistema de TPS ha sido explotado y se ha abusado de él. Por ejemplo, Haití ha sido designado para TPS desde 2010. Los datos muestran que cada extensión de la designación de TPS para el país permitió que más haitianos, incluso aquellos que ingresaron a Estados Unidos ilegalmente, calificaran para el estatus de protección legal”, declaró Seguridad Nacional en un comunicado en el que anunció el cambio.

El DHS indicó que se estimaba que 57,000 haitianos eran elegibles para recibir las protecciones del TPS en 2011, pero para julio del año pasado, ese número había aumentado a 520,694.

Enviar a 500,000 personas de regreso a un país donde hay un nivel tan alto de muerte es absolutamente inhumano”, dijo Tessa Petit, una haitianoestadounidense que trabaja como directora ejecutiva en la Coalición de Inmigrantes de Florida y que afirma que Haití cumple con todos los requisitos para ser elegible a las protecciones. “Esperamos que, porque dijeron que van a reconsiderar, dejen la política de lado y pongan primero el aspecto humano”.

Farah Larrieux, una haitiana de 46 años que llegó a Estados Unidos en 2005 y cuenta con las protecciones del TPS desde 2010, aseguró que la decisión demuestra que los funcionarios “no se preocupan por lo que está sucediendo en Haití”.

“Nadie está a salvo en Haití”, dijo Larrieux, propietaria de una pequeña empresa de comunicaciones en el sur de Florida. “Esto afecta a las personas que han estado en este país contribuyendo tanto. La gente ha estado dando su sudor, su vida, el sacrificio a este país.”

De momento se desconoce qué tan rápido podrían ser deportados una vez que expiren sus protecciones. Algunos pueden solicitar otros tipos de protección, y existen desafíos logísticos para llevar a cabo deportaciones a gran escala.

El director de migración de Haití, Jean Negot Bonheur Delva, dijo que el gobierno de Trump sólo ha deportado hasta el momento a 21 haitianos, pero afirmó que este grupo de personas ya había sido programado para su repatriación desde la presidencia de Biden. En 2024 hubo un total de nueve vuelos de repatriación rumbo a Haití, según Witness at the Border, un grupo de defensa que rastrea datos de vuelos.

Delva expresó preocupaciones sobre la carga de enviar a las personas de regreso a un país que aún atraviesa una oleada de la violencia y donde más de un millón de personas están sin hogar debido a la violencia de pandillas.

Es muy triste que las personas que salieron de Haití en busca de una vida mejor en otro lugar… tengan que regresar”, dijo Delva. “Con el problema de la inseguridad, la falta de recursos, serán miserables”.

El año pasado se reportaron más de 5,600 decesos en Haití, según la ONU. Y muchos de los desplazados viven actualmente en albergues hacinados, incluidos edificios gubernamentales abandonados donde cada vez se reportan más violaciones.

Las pandillas controlan el 85% de la capital de Haití y han lanzado nuevos ataques para apoderarse de nuevo territorio. Recientes masacres han cobrado la vida de cientos de civiles.

Delva dijo que el gobierno de Haití creó recientemente una comisión para ayudar a aquellas personas que sean deportadas.

Son hijos de Haití. Una madre debe recibir a sus hijos”, afirmó.

El Congreso creó el TPS en 1990 para prevenir deportaciones a países que sufren desastres naturales o conflictos civiles, dándole a las personas autorización para trabajar en periodos de hasta 18 meses a la vez.

Hacia el final del gobierno de Biden, un millón de inmigrantes de 17 países estaban protegidos por el TPS, incluidas personas de Venezuela, Haití, Honduras, Nicaragua, Afganistán, Sudán, Ucrania y Líbano. Pero el gobierno de Trump ya ha tomado medidas para poner fin a las protecciones a los venezolanos.

El gobierno de Trump ya ha tomado medidas para poner fin a las protecciones para los venezolanos.

Dos grupos sin fines de lucro presentaron el jueves una demanda en la que se impugna esa decisión.

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