El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, dio el martes marcha atrás a una orden que exigía el despido masivo de los trabajadores federales que aún estuvieran cumpliendo sus períodos de prueba.
El cambio de directiva se da días después de que un juez federal en California dictaminara que la medida del 20 de enero por parte de la Oficina de Administración de Personal (OPM) era "ilegal", y ordenó que se rescindiera temporalmente.
"Por favor tenga en cuenta que, mediante este memorando, la OPM no está ordenando a las agencias que tomen acción específica alguna basada en el desempeño respecto a los empleados en período de prueba", indicó el memorando de la OPM el martes.
"Las agencias tienen la autoridad final para tomar decisiones y la responsabilidad de dichas acciones relacionadas con el personal", añadió.
Según el documento, las agencias tienen plazo hasta el 13 de septiembre para idear sus propias propuestas para implementar reducciones de personal.
El jueves, el juez William Alsup examinó el caso presentado por empleados de seis agencias gubernamentales y dictaminó que la orden de despedir a funcionarios en periodo de prueba era "ilegal" e "inválida" y por tanto debía "detenerse y rescindirse".
La próxima audiencia del caso está programada para el 13 de marzo.
Miles de empleados en período de prueba (que fueron contratados o promovidos en los últimos uno o dos años, dependiendo de cada agencia) fueron despedidos como parte de los esfuerzos de la comisión de eficiencia gubernamental, dirigido por el multimillonario Elon Musk, para reducir la fuerza laboral federal.
Todavía no está claro qué sucederá con este grupo de empleados.
A muchos de los trabajadores despedidos les dijeron que la decisión correspondía a una supuesta incapacidad para cumplir sus funciones, pese a que contaban con evaluaciones de desempeño ejemplares.