Donald Trump quiere librar al armamento estadounidense de materiales y piezas extranjeras, luego de encontrar un "sorprendentemente alto nivel de dependencia" de la industria de defensa de los subcontratistas extranjeros, especialmente de los chinos.
Según un informe de la Casa Blanca que se dará a conocer este viernes, el Pentágono debe invertir más en algunas industrias manufactureras de Estados Unidos para eliminar el peligro de la dependencia de su seguridad nacional.
El informe, solicitado hace un año por el presidente estadounidense, señala que la cadena de fabricación de la industria de defensa está ampliamente globalizada, pero se centra principalmente en China, criticando sus prácticas comerciales "agresivas".
"China es el único proveedor, y el único posible, de una serie de productos químicos especializados utilizados en municiones y misiles", dice el documento de 146 páginas.
En los casos en que existe la posibilidad de reemplazar los materiales con alternativas, el costo de su desarrollo sería "prohibitivo".
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Según el informe, las prácticas comerciales chinas "ya han eliminado algunas capacidades de defensas esenciales, como paneles solares militares, pantallas planas para aviones y procesamiento de tierras raras".
El documento también acusa a China de espionaje industrial, que "amenaza" la fabricación de máquinas de herramientas, la producción y el procesamiento de materiales biológicos, cerámicos y compuestos, así como la producción de circuitos impresos y semiconductores.
Actualmente, el 90% de la producción mundial de circuitos impresos se realiza en Asia, la mitad en China, dice el reporte.
El jueves, la agencia de noticias Bloomberg informó que Pekín había usado microchips de computadora insertados en ordenadores estadounidenses fabricados en China para robar secretos de tecnología estadounidenses.
En un discurso mordaz en un think tank conservador en Washington el jueves, el vicepresidente Mike Pence acusó a China de agresión militar, principalmente en Mar de China Meridional, robos comerciales y violar los derechos humanos, así como de querer interferir en las próximas elecciones legislativas de Estados Unidos contra Donald Trump.