Una escuela católica de varones cerró el martes por precaución y una pequeña protesta se realizó frente a su diócesis al prolongarse las consecuencias de un encuentro entre adolescentes blancos, manifestantes indígenas y una secta religiosa la semana pasada en Washington.
Las imágenes filmadas que generaron indignación en las redes sociales se concentraban en los estudiantes que llevaban gorras con el lema de Trump "Devolver la grandeza a Estados Unidos", quienes parecían reírse despectivamente al rodear a un indígena anciano que batía un tambor.
“No conocemos la volatilidad de la situación con esta gente que reacciona y no conocen toda la historia. Realmente, asusta mucho”, dijo a Fox News el martes Jill Hamlin, quien acompañaba a los adolescentes que participaban de una marcha contra el aborto.
La rama de Indiana y Kentucky del Movimiento Indígena Estadounidense realizó una pequeña concentración frente a la diócesis católica de Covington, pero había más periodistas que activistas. En tanto, el rector de la escuela, Robert Rowe, dijo que “después de una reunión con las autoridades locales” se decidió cerrar la escuela “para garantizar la seguridad de nuestros estudiantes, profesores y personal”.
La diócesis, que inicialmente criticó la conducta de los alumnos, no hizo declaraciones el martes.